Los precios tocan fondo en julio por las grandes rebajas y la caída del petróleo
El mínimo histórico del pasado mes proporciona una 'ventaja' de ocho décimas con respecto a la zona euro.
MADRID Actualizado: Guardarm. j. alegre colpisa. madrid
Nunca en España los precios habían bajado tanto. Y todavía registraron un descenso mensual del 0,9% en julio, por las rebajas de temporada y la contención de las materias primas. Las ventas bautizadas como ‘oportunidades’ se habían adelantado a la primavera, pero la fuerte retracción del consumo llevó a comerciantes y proveedores de servicios a hacer de la necesidad virtud y aún pudieron rebañar algunos euros en sus ofertas en el arranque del verano.
Todo contribuye, aunque la causa decisiva de que nos apuntáramos el pasado mes un registro récord negativo de inflación, con caída del 1,4% de los precios respecto a un año antes es, sin duda, la comparación con los máximos que el petróleo y las materias primas presentaban hace un año. El 11 de julio de 2008 el barril de crudo escaló los 147 dólares, cuando ahora pugna por sostenerse en los 70, prácticamente la mitad de entonces. De igual modo, un año de contracción de la demanda ha colocado los precios de minerales y alimentos en un escalón inferior.
En la medida en que se están asumiendo estos impactos, al recorrido bajista de los precios no le queda mucho trecho. Sin atreverse a confirmar el aterrizaje, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, arriesgó un pronóstico aproximado. Tras descartar cualquier supuesto de deflación –caída generalizada y continuada de los precios–, reconoció que estamos a punto de tocar suelo en los retrocesos. Los registros negativos de los precios se irán atenuando en los próximos meses, de manera que a finales de año la inflación tendrá signo positivo.
La inflación subyacente, que revela la variación de los precios sin sus componentes más volátiles –energía y alimentos no elaborados– refrenda estas expectativas, pues muestra un avance anual del 0,6%, inferior en dos décimas al del mes anterior, pero aún positivo.
Campa evocó también la cara favorable de esta trayectoria. La inflación armonizada, que se mide con los mismos criterios para toda la zona euro, presentó en España un retroceso del 1,4% anual el pasado mes. Si se confirman los datos avanzados de los socios de la región, ese dato ratificará un diferencial positivo de ocho décimas. Eso quiere decir que los bienes y servicios españoles se ven favorecidos con ese margen cuando compiten en el mercado común de los países de la moneda única.
Subida de la luz
En julio, al descenso mensual de los precios contribuyó la caída de las prendas de vestir en un 12,5%, y del calzado en el 10,4%. Este abaratamiento ya absorbe, por sí sólo, la totalidad del retroceso mensual. Por añadidura, los textiles del hogar bajaron el 4,6% y las rebajas de los precios de los coches se dejaron notar con un impacto mensual del 0,6%. Estos descensos compensaron los incrementos propios de la temporada –encarecimiento de los viajes organizados en un 5,6% y de las tarifas de los hoteles en un 9,2%– y otros aumentos, decididos, en ciertos casos, por el Gobierno.
Así, el retroceso generalizado absorbió la subida del recibo de la luz. La liberalización del suministro eléctrico ha ido acompañada del establecimiento de una Tarifa de Último Recurso (TUR) que evoluciona tomando en cuenta la variación de costes y el déficit acumulado en anteriores ejercicios. En julio, el precio de la electricidad para los clientes domésticos registró un aumento del 2,5%.
El Ejecutivo aprovecha la coyuntura bajista para compensar el déficit tarifario del sector eléctrico y para aplicar políticas que, a la vez que disuaden de ciertos consumos, le permiten elevar la recaudación. Alcohol y tabaco subieron el 4,3% en julio por el aumento de los impuestos.