El Gobierno ve la democracia española a salvo de «ataques insensatos» del PP
De la Vega dice que no habría escándalo político «si Rajoy hubiese actuado con liderazgo y valentía» en su partido con el 'caso Gürtel'
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl Gobierno, por boca de la vicepresidenta primera, rompió ayer muchos días de silencio con una declaración con la que quiso dar por zanjada la crisis política desatada este mes por los principales líderes del PP, que acusaron al Ejecutivo de usar a la Policía y a la Fiscalía para liquidar al partido opositor al actuar como en una dictadura. María Teresa Fernández de la Vega aseguró, con cierto tono de resignación, que, «afortunadamente, la democracia y el Estado de Derecho en España son tan fuertes que soportan sin problemas actitudes tan irresponsables e insensatas como las de los dirigentes del PP, los señores (Mariano) Rajoy, (Dolores de) Cospedal y (Javier) Arenas».
El mensaje, lanzado tras el Consejo de Ministros extraordinario, añadió que los populares deben «serenarse», reconocer que su único problema es que la Justicia investiga a algunos de sus dirigentes por sospechar que forman parte de la trama Gürtel, «dejar de crispar por crispar», volver «al respeto institucional», dar las explicaciones que crean conveniente a los ciudadanos y centrar todos sus esfuerzos en el trabajo político y parlamentario. En resumen: «Menos victimismo, más explicaciones y más arrimar el hombro».
El Ejecutivo cree que nada de lo que ocurre, del crudo tono del verano político o de las denuncias de persecución a la oposición, tiene que ver con los partidos ni con problemas del PP con el Gobierno, sino que es «una táctica de los populares para defenderse de sus propios problemas», en la que «utilizan la crispación como tapadera de los casos de corrupción que les afectan». Considera que siempre que este partido tiene un problema con la Justicia «se lanza a una carrera desenfrenada y alocada en forma de ataque contra todos» y «extiende sombras de sospecha sobre el funcionamiento normal del Estado de Derecho».
Fernández de la Vega recordó al PP que «nada de esto estaría sucediendo» sin que algunos de sus propios concejales hubiesen ido al juez a denunciar a sus compañeros y si no existiesen «los señores Correa, Bigotes y sus tramas de corrupción».
La vicepresidenta añadió que tampoco se hubiese llegado a la grave situación actual «si el señor Rajoy hubiera actuado con liderazgo y valentía y hubiese cortado de raíz la situación» interna generada por el caso Gürtel, en referencia a la lentitud a la hora de exigir dimisiones a los políticos salpicados por el escándalo y a la defensa numantina de alguno de ellos, como los casos de Luis Bárcenas o Francisco Camps. En su opinión, muy al contrario, el PP «en lugar de poner orden ha optado por la confrontación con el Gobierno para defenderse de sus propios problemas».
La portavoz del Ejecutivo insistió que el PP, pese a lo que diga, no tiene un problema con la Policía, los fiscales o el Gobierno, «sino con la Justicia» y preguntó, retórica, «¿dónde está la persecución?». «¡Qué desfachatez!, son los jueces, los fiscales y los tribunales los que investigan, imputan, juzgan, archivan, absuelven o condenan», se contestó.
Cajón de falsedades
El punto donde la vicepresidenta no logró disimular su enfado fue cuando recordó las acusaciones de Cospedal. «¿Dónde están las escuchas? Yo se lo voy a contestar, en el cajón de las falsedades, no pueden aportar hechos ni datos porque sencillamente no existen», añadió Fernández de la Vega, que exigió a la secretaria general del PP que «rectifique», ya que «quien falta a la verdad con una acusación tan grave debe reconocer su error, porque de lo contrario su credibilidad queda en entredicho». «En democracia no caben las insidias», zanjó con tono duro.
El Gobierno entiende que el principal partido de la oposición debe «reconsiderar» su enfoque del problema y «rectificar». Los populares tienen que «arreglar sus problemas con la Justicia de una vez por todas y ponerse a arrimar el hombro y a trabajar en los temas que afectan a los ciudadanos», que son la crisis económica y la presidencia europea que en seis meses ejercerá España, aconsejó la vicepresidenta.
Se mostró segura de que el duro enfrentamiento político, que ha amenazado con una fractura entre los dos grandes partidos y una crisis institucional, no afectará a «temas importantísimos» en los que hay un gran acuerdo entre PP y PSOE, como la lucha contra el terrorismo o el gobierno liderado por Patxi López en el País Vasco.
Fernández de la Vega se mostró desafiante cuando hizo alusión a la exigencia del PP de que comparezca ante la Diputación Permanente del Congreso para explicar si fue ella quien ordenó a la Fiscalía recurrir el auto que archivó la investigación judicial por cohecho contra el presidente valenciano y dirigente popular Francisco Camps, sospechoso de recibir trajes a medida regalados por los jefes de la trama Gürtel.
«Explicaciones todas, donde quieran y cuando quieran, estoy dispuesta a dar todo tipo de explicaciones sin problema, porque no tengo ningún problema, los tienen los del PP, ellos son lo que se niegan a dar explicaciones», replicó altiva.