Un tesoro documental para desmontar a Odyssey
Antonio Moreno Hurtado, inspector de Educación en Málaga halla escritos que avalan la soberanía de la Corona española sobre las monedas.
MÁLAGA Actualizado: GuardarMañana del 5 de octubre de 1804. Cañones británicos hacen saltar por los aires al buque de la Armada española Nuestra Señora de las Mercedes frente al Cabo Santa María, en el Algarve portugués. Casi 250 personas perecen en el ataque. El buque iba cargado de monedas. Mañana y tarde del primer trimestre de 2007 en el mismo lugar. La empresa norteamericana Odyssey rescata del fondo marino cientos de monedas. Lo anuncia en mayo cuando ha trasladado el cargamento desde Gibraltar a Florida y dice que el tesoro procede del Black Swan (Cisne negro). España le plantea un pleito y replica que es un tesoro español expoliado. El pasado junio, el juez del distrito de Tampa (Florida), Mark A. Pizzo, sentencia que el botín del Odyssey procede de La Mercedes y debe devolverse al Estado español por tratarse de uno de sus buques de guerra, sujeto al principio de inmunidad soberana. El tesoro, de cerca de 600.000 reales de oro y plata, está valorado en 371 millones de euros.
Lo que se conoce como ‘caso Odyssey’ no termina aquí. La empresa norteamericana recurrió en julio pasado argumentando que La Mercedes cumplía una misión comercial, no de la Corona, y que las monedas halladas pertenecían a mercaderes privados que pagaron unos honorarios por su transporte, por lo que el tesoro no está sujeto al principio de inmunidad soberana. Presentan hasta 173 recibos comerciales y algunos de los herederos se han sumado a las alegaciones de Odyssey. Ahora al Gobierno español y a sus abogados en Estados Unidos les toca mover ficha en este pleito y tienen hasta finales de agosto para presentar sus propios argumentos.
Siete documentos
Es aquí donde sale a escena Antonio Moreno Hurtado, desde hace diez años inspector de Educación en Málaga. Su aportación puede ser primordial para resolver el pleito a favor de España. Dispone de documentos que avalan la soberanía de la Corona española sobre las monedas halladas por Odyssey en el fondo marino de Portugal. En concreto, siete documentos que corroboran el cargamento de monedas destinadas a la Corona española en La Mercedes y en las fragatas de su misma expedición Medea, Clara y Fama. En su informe, que ha remitido al Ministerio de Cultura, desmonta con referencias documentales que la fragata hundida tuviera una misión comercial y esgrime que los mercaderes con posesiones en La Mercedes ya fueron indemnizados en su día por el Estado español como consta en los archivos.
¿Cómo llegó un inspector de Educación a descubrir este tesoro documental que puede dar al traste con las pretensiones de la empresa cazatesoros de quedarse con el botín de La Mercedes? Antonio Moreno Hurtado, doctor en Filosofía y Letras y catedrático de Inglés, es un investigador vocacional desde hace 35 años de la historia de su pueblo, Cabra. Tiene publicados más de una docena de libros y 150 artículos sobre esta ciudad cordobesa.
Preparando su libro Egabrenses en Indias y buscando referencias de Dionisio Alcalá Galiano halló en los archivos datos de una expedición de buques de la Armada que el insigne marino egabrense había comandado en 1799 con una carga de 3,5 millones de pesos de plata y oro para la Corona. En esa expedición figuraban dos fragatas, Medea y Clara, que cinco años después viajaban desde las Indias a España junto a La Mercedes. «Hallé estos datos hace tres años y los guardé. Al salir el caso Odyssey los he recuperado».
Buceando en archivos, ha dado con lo que ocurrió con la expedición de La Mercedes. Moreno Hurtado cuenta que existe una orden del Gobierno en 1802 para que las mencionadas fragatas y La Asunción de la Armada trajeran desde las américas dinero, lo que deja claro que sí era una misión estatal y no privada. La Mercedes, La Asunción y Clara parten desde el puerto El Callao, de Perú, y deben seguir hasta Montevideo para unirse a otros dos navíos. Al salir de puerto, según los documentos, la expedición porta 1.300.000 pesos de plata para la Corona y 3 millones de particulares, según los escritos oficiales. En Montevideo, La Asunción sufre una avería y su carga se reparte entre las otras cuatro fragatas. Es aquí donde Moreno Hurtado plantea la duda sobre el cargamento real de La Mercedes, ya que podía llevar más de las 900.000 monedas según lo que constaba en el punto de partida.
Flor de cuño
Otro de los argumentos que esgrime Moreno Hurtado para avalar la propiedad de la Corona es que las monedas recogidas por Odyssey son todas reales de plata y oro con la efigie de Carlos IV acuñadas en Lima en 1803, según los inspectores españoles que accedieron al botín por orden judicial. «Mi teoría es que son monedas de flor de cuño, sin usar, por lo que sólo podían estar destinadas a la Corona, lo normal es que los mercaderes conserven monedas de distintas épocas y no todas iguales como estas y tan inmediatas a la partida de la expedición, que salió en marzo de 1804».