Los vecinos de Guadalcacín volverán a la carga con patrullas nocturnas

El botellón no sólo causa dolor de cabeza el día después a quienes lo practican durante el fin de semana. En el caso de Guadalcacín, son los vecinos los que principalmente sufren la jaqueca los viernes y sábados. Pero a ellos, tras la protesta llevada a cabo en la madrugada del pasado domingo, la resaca les ha aportado lucidez y no confusión. Por ello, y en el encuentro mantenido, han apostado por realizar patrullas nocturnas el próximo fin de semana, ya que la conclusión es que este método es mucho más efectivo a la hora de disuadir a los jóvenes que campan a sus anchas por toda la pedanía.

Así lo explicó a este medio Manuela Arcos, una de las vecinas afectadas y promotora de las protestas que se están desarrollando para plantar cara a la movida juvenil. «Nos hemos reunido y hemos decidido que el próximo sábado vamos a dar la lata, otra vez entre la una y las tres de la madrugada». Pero en esta ocasión, hay que recalcar, «realizaremos rondas e iremos avisando a la Guardia Civil para que sean ellos quienes tomen las medidas oportunas».

Precisamente, el Ayuntamiento informó ayer de que la Policía Local emitió el pasado fin de semana hasta 32 denuncias entre los jóvenes. La delegada de Seguridad, María del Carmen Martínez, señaló en este sentido que desde hace un año funciona un dispositivo conjunto entre la Policía Local y la Guardia Civil, donde también participan agentes de la unidad especial de investigación.

Y es que según María del Carmen Martínez las fuerzas de seguridad cumplen con su obligación, que no es otra que levantar actas por las distintas infracciones como consumir alcohol en la vía pública, miccionar en plena calle o alterar el orden público, además del exceso de ruido.

Se trata de algo que no obstante no convence demasiado a los residentes de la pedanía, que prefieren seguir con sus propias medidas. «Como de todos modos no podemos dormir, pues haremos patrullas nocturnas, eso sí, sin jaleo, de manera totalmente pacífica», remachó Manuela Arcos.

«Y si hay que cortar la carretera, pues se cortará, pero siempre de modo pacífico», insistió la citada vecina. «Haremos ruido para que así se enteren e intentaremos que las autoridades multen a quienes tengan que multar para que de este modo se vea el problema que hay» y que tiene en jaque a los vecinos.