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Una mujer simula su secuestro para quedarse más tiempo con un 'ligue'

La ciudadana guatemalteca ha sido detenida por la Guardia Civil después de descubrir que había inventado todo para retrasar el retorno a su país, en donde la esperaba su marido

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Una mujer de Guatemala que estaba de vacaciones en Barcelona sin su marido ha sido detenida por la policía tras descubrir que había simulado su propio secuestro y ser víctima de agresiones sexuales para así poder alargar su estancia y continuar viendo al hombre por el que vino a Cataluña.

Un operativo policial en el que colaboraron agentes españoles y de Guatemala inició la búsqueda de la mujer el pasado 28 de julio tras recibir una comunicación, en la que la embajada de este país latinoamericano informaba de que ella misma había enviado varios mensajes al teléfono móvil de su marido asegurando que estaba secuestrada.

En realidad, la mujer se lo inventó todo en un intento de alargar las vacaciones de las que disfrutaba en Barcelona, donde llegó para pasar unos días, aunque su intención era encontrarse con un hombre que había conocido por Internet, según ha informado en un comunicado la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

Mentiras hasta el final

La detenida ha mantenido su historia hasta que ha reconocido que todo era falso durante los interrogatorios de la Policía, a quienes había asegurado su retención en un lugar que desconocía , en el que había sido obligada, junto a otras víctimas, a mantener prácticas sexuales con su captor.

Sólo un día después de llegar a Barcelona, la mujer empezó a enviar mensajes a su marido, que continuaba en Guatemala, en los que informaba de su secuestro simulado.

Cuando los agentes de la Policía encontraron a la mujer en Barcelona, ésta aseguró primero que había conseguido escapar de sus captores, por lo que fue acompañada a un centro médico para realizarle una revisión, en la que no se detectó ningún tipo de lesión.

Este hecho, sumado a las múltiples contradicciones de su relato, levantó las sospechas de la Policía, que tras insistir en los interrogatorios, consiguió finalmente que ésta confesara que todo era mentira.