Sarkozy y Bruni se recuperan del susto. / AFP
Sociedad

Más fibra por la mañana...

... Y sexo por la noche, recomienda Campanario a la Esteban, receta que le puede ir bien a Sarkozy

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Lo normal por la tarde es relajarse. Sarkozy, por ejemplo, tras el susto del mareo que pudo ser y no fue amago de infarto, ha dejado aparcadas sus perpetuas oposiciones a superhéroe (en las que pone más empeño que Aznar con los abdominales) y se ha retirado mansamente (no hay nada más obediente que un marido asustado) a descansar con su señora al chateau de verano de sus forradísimos suegros.

Lo normal en estas fechas es eso: abandonarse y desconectar. Pero hace falta querer y sobre todo, poder. Porque a veces tú deseas relajarte, pero no te lo permiten tus electores (caso de Obama) o, lo que es mucho más triste, tu mal carácter (caso de Naomi Campbell). A Obama amenazan con amargarle las vacaciones las críticas por el astronómico alquiler de la mansión a la que tiene previsto ir a final de mes «con todo y suegra», como dirían en México. La finca (para que luego digan de Doñana o del Azor) cuenta con campos de golf, pistas de tenis, canchas de baloncesto, piscinas... El capricho viene a salir por unos cinco millones de las antiguas pesetas a la semana. Y, claro, eso el ciudadano de a pie, con la crisis que hay, no lo tolera. Porque los ciudadanos de a pie podremos irnos de veraneo, llenar las terrazas de todos lo bares y chiringuitos que nos salgan al paso y ponernos de langostinos hasta las cejas, porque para eso estamos de vacaciones y bastante hemos sufrido el resto del año, pero nuestros gobernantes tienen que dar ejemplo y limitarse a una escapada low cost (en su defecto, low coast) o no les votamos más, que buenos somos.

En el caso concreto de Obama, está claro que a un negro se le permite ejercer de Kennedy, pero sólo dentro de la Casa Blanca. Para veranear en la exclusiva Martha's Vineyard no basta con hacer de Kennedy, hay que haber nacido Kennedy. A un político, la ostentación se le perdona mucho más si el dinero le viene de cuna. Puestos a investigar, tal vez ese dinero de alcurnia resulte tan sospechoso como el del nuevo rico.

Precisamente, Sarkozy puede veranear en un palacio a orillas del Mediterráneo sin que su pueblo reclame la restitución de la guillotina por un motivo fundamental: que el castillo es de sus suegros y por lo tanto, la estancia le sale gratis.

La fiera de Naomi

A quien podría salirle muy caro este agosto es a Naomi Campbell, que por lo visto ha vuelto a dejar escapar la fiera que lleva dentro. Un fotógrafo de la isla italiana de Lipari la acusa de haberle golpeado con el bolso (como el de Margarita Seisdedos, sólo que en bueno) y de haberle arañado en un ojo. Y todo, según él, por intentar hacerle una foto cuando se dirigía a visitar una iglesia (¿inconfesable lugar?) junto a su novio actual, un magnate ruso. Está claro que Campbell (apellido antaño famoso por las sopas y ahora por los sopapos) sigue sin poder controlar su cólera. Sus víctimas abarcan ya varios gremios, desde el servicio doméstico hasta el policial. Como relajante, tal vez debería probar la dieta que le recomendó Campanario a Belén Esteban (fibra por la mañana, sexo por la noche), aunque no veo que en la Esteban acabe de surtir efecto.