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Airbus ha remitido una recomendación a las aerolíneas en la que aboga por la sustitución de los sensores de velocidad en los modelos A330 y A340. La decisión se produce apenas dos meses después de que un avión de Air France fabricado por el consorcio europeo se estrellara en el Atlántico con 228 personas. Aunque la investigación todavía no ha concluido, tras el siniestro se especuló con un fallo en las sondas, que pudieron enviar información errónea a la cabina de mando. La compañía francesa anunció ayer que seguirá el consejo de Airbus y modificará los aparatos.

El fabricante aeronáutico, que remitió la recomendación tras una ronda de consultas con la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Aesa), sugiere a las compañías que cambien la marca de sensores instalados en los aviones.