No es la solución

A la luz de las terribles agresiones sexuales ocurridas en los últimos días, se ha abierto un nuevo debate para rebajar la edad penal a los menores al que, de nuevo, se ha apuntado el PP. Hay que ser hipócrita para reaccionar al calor de la tragedia, sobre todo cuando se olvidan de mencionar que la Ley del Menor fue aprobada en la etapa Aznar. Es una irresponsabilidad política plantear el endurecimiento de las leyes cada vez que suceden hechos incomprensibles para la mayoría de la sociedad y eso no significa que se olvide a las víctimas y a las familias que han sufrido ese dolor inimaginable. Nos preguntamos cómo pueden niños de tan corta edad cometer hechos tan atroces, pero también nos sale decir qué sociedad es ésta que busca la solución en el endurecimiento de las penas y en bajar la edad penal. Se trata de un absoluto fracaso social que sólo puede ser afrontado desde la educación, las prestaciones sociales y el sistema de protección de menores. Creo, por ello, que endurecer las penas no es la solución. De hecho, en Escocia la edad penal es de 10 años y sigue habiendo un número alarmante de sucesos delictivos entre menores.