Reprobable pitada

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz archivó ayer la querella contra dos colectivos independentistas catalanes y vascos acusados de organizar una pitada contra el himno de España y el Rey en la final de Copa disputada entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao. El magistrado enmarca los silbidos en el derecho a la libertad de expresión y niega que se produjera apología del odio nacional o ultraje a la Nación, argumentos que certifican la dificultad para encuadrar este tipo de hechos en el terreno de la responsabilidad penal. Pero que no exista reproche judicial no significa que lo ocurrido en el campo de Mestalla no lo merezca por lo que representa de falta de respeto a los símbolos que no se reconocen como propios, la misma que no se toleraría si se produjera en sentido inverso. La aceptación de la discrepancia, siempre y cuando ésta se canalice por métodos no violentos, constituye una regla esencial de la democracia.