El cártel 'La Familia' ofrece a México un «pacto nacional»

El ministro de Gobernación mexicano, Fernando Gómez Mont, anunció ayer que el Ejecutivo «no pactará, ni negociará jamás con ninguna organización delictiva». Su mensaje es la respuesta a la oferta de «pacto nacional» que le propuso Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, uno de los principales líderes del poderoso cártel La Familia, al presidente Felipe Calderón el pasado miércoles en un programa de televisión de Michoacán.

Gómez Mont, en un comunicado difundido por el diario El Universal, afirmó que las autoridades no cederán al «chantaje» y añadió que continuarán sin distinciones en la ofensiva contra el crimen organizado. «Quienes atentan contra la seguridad y las libertades de los mexicanos deben saber que tendrán que asumir las consecuencias», aseguró. Paralelamente, el portavoz de la Fiscalía General de la República, Ricardo Nájera, expresó que el Estado mexicano es fuerte y sólido, por lo que no puede comprometerse con quienes vulneran la ley constantemente.

La llamada, realizada por el supuesto jefe narcotraficante al programa Voz y Solución de la cadena CB Televisión, está siendo investigada para comprobar su autenticidad. Así lo ha confirmado Leonel Godoy, gobernador del Estado de Michoacán. Servando Gómez Martínez, a quien se le ubica en la segunda fila del cártel, manifestó que La Familia quiere «paz y tranquilidad». Además mostró la necesidad de llegar a acuerdos con las autoridades mexicanas. «Queremos llegar a un consenso, a un pacto nacional. No sé de qué manera, pero tenemos que lograrlo».

Protegerse de 'Los Zetas'

El Tuta expresó su repulsa a Los Zetas, antiguo brazo armado del cártel del Golfo. «Antes éramos amigos, ahora somos enemigos. Por todos los errores que cometían nos hicimos a un lado». Para él, una de las misiones de La Familia es cuidar y salvaguardar los intereses del pueblo Michoacán de las amenazas y expansión de Los Zetas. «Nosotros no le faltamos el respeto a las personas. Sabemos que nuestro trabajo es mal visto por la sociedad, pero no me avergüenzo», matizó.

Gómez Martínez, al que se le atribuye la orden de asesinar a doce agentes federales, culpabilizó a la Policía de detener a gente inocente y hacer lo indebido al «fabricar culpables». Sobre esto se dirigió a Calderón: «Lo respetamos, lo admiramos, pero las personas, que no lo engañen, y se muestre respeto hacia nuestras familias. Cuando nos respeten a nosotros, los vamos a respetar».

El presidente, sin embargo, ha rechazado el diálogo con los narcotraficantes y ha puesto en marcha operativos antidroga en varias zonas del país. Una de las últimas decisiones ha sido reforzar la seguridad en Michoacán con el envío de 1.000 policías federales.