
La agricultura es incapaz de absorber el desempleo generado en otros sectores
Asociaciones agrícolas y sindicatos apuestan por modernizar un segmento económico fundamental y aprovechar el valor añadido de los productos Sólo el 4,5% de la población ocupada de la provincia trabaja en el campo
| ARCOS Actualizado: GuardarLa agricultura sigue teniendo un peso importante en el mercado laboral de la provincia, a pesar de que su importancia se haya reducido en las últimas décadas, con respecto al sector servicios que es el auténtico motor de la economía provincial. En concreto, según la Encuesta de Población Activa del primer trimestre del 2009, la última que se ha hecho pública, un total de 18.500 gaditanos trabajaban en el campo.
Esta cifra supone un incremento del 10,7% con respecto al cuarto trimestre de 2008, el inmediatamente anterior. En el mismo 16.700 personas estaban ocupadas en labores agrícolas, 1.800 menos.
Si se tiene en cuenta que Cádiz cuenta con un total de 412.000 ocupados, resulta que la agricultura es responsable del 4,49% del mercado laboral. Esto avala la teoría de que provincia trabaja en el sector servicios ya que el mismo es responsable de 313.300 ocupados, es decir el 76,04% del total de los ocupados.
Esta subida del número de ocupados, 1.700 más que en el trimestre anterior, también coincide con un incremento del número de parados en el sector agrícola, 200 más en estos últimos meses. Esto supone que 1.900 gaditanos más trabajan o buscan trabajo en la agricultura, lo que se traduce en que la crisis está haciendo que muchos de ellos vuelvan al campo, generalmente tras el paso por la construcción en épocas de bonanza económica. En concreto, se trata de trabajadores agrícolas que abandonaron el campo para buscar en el ladrillo jornales mayores y mejores condiciones laborales.
La provincia, según recoge la EPA del primer trimestre del año, cuenta con 145.100 parados de los que 7.400 personas son del sector agrícola. Por lo que entre ocupados y parados, un total de 25.900 gaditanos siguen dependiendo del campo para trabajar.
La Unión General de Trabajadores (UGT) considera que la agricultura no puede ser la salida a la crisis pero sí que podría ser un sector que «acogiera a gran cantidad de mano de obra desempleada, sin cualificación previa, sobre todo en los centros de manipulación, transformación o distribución de los distintos productos». Para ello sería preciso realizar un minucioso estudio del mercado nacional e internacional que garantizara las inversiones que se deberían realizar a medio plazo. Además, entienden que resultarían necesarios, para este desarrollo, la puesta en marcha de los regadíos de Villamartín o Jerez de la Frontera.
Comisiones Obreras, por su parte, apuesta por la agricultura como motor económico de comarcas como la Sierra de Cádiz, una agricultura «moderna y competitiva» que además debe ser uno de los ejes del nuevo modelo productivo que demanda el sindicato con el objetivo de crear empleo estable y de calidad.
Esta nueva agricultura, según defiende el sindicato, debe estar estrechamente ligada a una industria moderna e investigadora que potencia este sector, además de una red auxiliar de distribución y comercialización que también se debe implantar en la Sierra con el objetivo de que los beneficios económicos que genera la agricultura se queden en esta zona.
Transformación
Asaja, por su parte, destaca el crecimiento que se da en la comunidad autónoma en cuanto a la agricultura ecológica aunque considera que existe una desproporción entre el sector primario y las industrias de transformación. En concreto, ellos entienden que resulta fundamental conseguir que el valor añadido quede en la provincia para alcanzar mayores posibilidades en la creación de empleo. Manuel Vázquez, presidente de Asaja-Cádiz, reconoce que, dada la situación económica, los empresarios agrarios están notando cómo muchos de sus vecinos, que años atrás habían abandonado los núcleos rurales para dedicarse a otros sectores, están volviendo. Además, destaca que el sector agropecuario es un gran generador de empleo y de hecho «Asaja ya planteó a la Administración andaluza un Plan de Empleo para atajar la crisis, eso sí, el sector, en todos estos años ha seguido avanzando e incorporándose a las tecnologías por lo que aquellos que quieran incorporarse tendrán que formarse como lo han hecho los que han seguido en el sector», sentenció Vázquez.
Pilar fundamental
Las asociaciones agrarias también defienden que el sector agropecuario debe ser un pilar fundamental de cualquier economía o planteamiento económico. Por ello aseguran que no se concibe una sociedad en la que no exista agricultura y entienden que es necesario que las autoridades «se pongan las pilas y otorguen al sector el lugar que se merece y que ya le han reconocido los grandes países del mundo».
Desde sindicatos y asociaciones agrarias se considera que el desarrollo de la agricultura ecológica podría suponer un mayor desarrollo en cuanto a las necesidades de mano de obra.
Destacan que esta agricultura es más intensiva en el empleo del trabajo con unas relaciones capital-trabajo más reducidas, aunque exige unos mayores niveles de formación y preparación de los trabajadores, al no emplearse insumos de síntesis química disminuyen considerablemente la incidencia de los riesgos laborales.
Todos apuestan porque el desarrollo de la agricultura ecológica llegue de la mano de un desarrollo de las industrias transformadoras y mejoras en la comercialización tanto nacional como internacional.