La Casa Blanca prepara a Sotomayor para el 'tercer grado' del Senado

La Casa Blanca lleva semanas sometiendo a su candidata para el Supremo Sonia Sotomayor a una tunda de insultos, preguntas ofensivas y todo lo que pueda sacarla de quicio. Así se le va a haciendo el cuerpo para lo que le caerá el lunes en el Senado. «Los jueces no están acostumbrados a ser juzgados», explicó a la agencia Associated Press Ed Gillespie, consejero de la Casa Blanca con Bush que ayudó a preparar a John Roberts y Samuel Alito. Si consigue pasar la criba del Senado, Sotomayor será la primera hispana que llega al Supremo de EE UU, y sólo la tercera mujer. El puesto es vitalicio, por lo que sobrevivirá con creces al presidente que la nombra y tendrá más poder para moldear las leyes.

En el mes y medio transcurrido desde que Barack Obama anunciase su nominación, Sotomayor no ha parado de hacer lobby con todos los senadores que tendrán que juzgarla, pero ahora vive encerrada en una habitación donde los asesores de la Casa Blanca han reproducido la escena de su audiencia de confirmación y la practican con ella a tiempo real, imitando a los miembros del Comité Judicial.

Ayer, la lista de testigos que demócratas y republicanos llevarán anticipaba guerra. Por parte de la oposición aparece el bombero Frank Ricci, que desafío la decisión de la jueza llevando su caso de discriminación hasta el Supremo, donde ganó. Y en el lado demócrata aparecía el jugador de beisbol David Cone, que supuestamente ratificará la reivindicación de Obama de que Sotomayor salvó el beisbol cuando puso fin a la huelga de 1995.

Anticipando la tormenta, el vicepresidente Joe Biden ha difundido una carta en español con la que intenta reclutar apoyo hispano. «Hay quien incluso está tratando de tildar a la jueza de extremista por el sobresaliente historial de defender los derechos civiles de la comunidad latina», arenga. Por ahí irán los tiros de una audiencia tan anticipada que tendrá cobertura nacional en directo.