El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, es condecorado por el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, durante el acto celebrado en Bata dentro de la visita oficial de tres días del ministro español al país africano ./ Efe
política exterior

Obiang denuncia intentos golpistas desde España y «juego sucio» de la prensa

En su opinión, desde 2004, ha habido una "injerencia manifiesta de algunos políticos españoles"

BATA (GUINEA ECUATORIAL) Actualizado: Guardar
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Pocos minutos después de proponer "borrón y cuenta nueva" en las relaciones con España, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, ha querido dejar claras algunas cuestiones, como los intentos golpistas urdidos desde España o el "juego sucio" de la prensa española en general. Obiang se explayó a la hora de juzgar la intrahistoria de los vínculos entre ambos países en una comparecencia inédita ante los periodistas españoles que acompañan al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en su visita a la antigua colonia.

Aunque la rueda de prensa tenía un cuestionario de una decena de preguntas cerrado un día antes, su "Excelencia" ha dejado el guión a un lado y se expuso a todas las inquietudes de los informadores. "¿Es Guinea Ecuatorial una verdadera democracia?", comenzó la rueda de prensa, en la que se le preguntó durante una hora sobre su sucesión, las querellas que pesan contra él por corrupción, o si se tortura en su país. Sin perder la compostura e incorporado en el sillón donde rezaba el lema del país: "unidad, paz y justicia", Obiang ha hablado con detalle sobre la relación con la antigua metrópoli.

"Los guineanos no sabemos por qué España está ausente de Guinea Ecuatorial. Parece que España no ha tenido fe en las relaciones. La pregunta hay que hacerla a la clase política española", ha argumentado Obiang. En su opinión, desde 2004, ha habido una "injerencia manifiesta de algunos políticos españoles". Aunque ha evitado "meter el dedo en la llaga", ha hablado de las "tentativas mercenarias" gestadas en Madrid "bajo el patrocinio de algunos políticos". "¿Eso no es una injerencia? En el momento en que unos políticos preparan la invasión mercenaria para terminar con un Gobierno, eso está mal", ha respondido. Ha dicho aceptar la crítica, porque "soy amante de la crítica", pero sentenció: "Lo que no acepto es la violencia".

Crítica a la prensa

Sobre los medios españoles, se ha extendido sin cortapisas: "En las últimas cuatro décadas, la prensa española ha jugado un rol negativo en relación con Guinea Ecuatorial. Ha utilizado una apología para defender intereses ocultos". Ha recordado lo "hostil" que fue el trato cuando estuvo en España en 2006 y se boicoteó su visita al Congreso. "(Los medios) Jugaron muy mal, suciamente, cuando el Gobierno español me recibió muy bien y me dejó muy contento".

Obiang confía en que a partir de ahora, los periodistas españoles tengan un papel "más positivo", digan la verdad y ayuden a normalizar las relaciones. "Si sigue la misma actitud negativa, no sé que va a resultar", apostilló. Ha confesado que lo que menos le molesta es que le tilden de "dictador". "Soy un dictador, presumo de que soy un dictador, porque dictador es el que dicta las normas. ¿Qué dirigente de país no es un dictador?", se preguntó.

También tuvo un recado para las empresas españolas, a las que ahora promete concesiones. De ellas, ha recordado que fueron, junto con las francesas, las primeras en buscar el petróleo que ahora mana a espuertas, pero se marcharon despreciando las oportunidades que había, dejando paso a Estados Unidos. Según su teoría, los franceses "engañaron" a los españoles y les hicieron ver que no era rentable seguir sondeando. "Estamos dispuestos a dar concesiones, pero parece que no les interesa. No es cuestión nuestra, la pregunta se tiene que hacer a la parte española", ha apuntado

Derechos humanos

Ante su propio retrato de los años en los que derrocó a su tío, Francisco Macías, en 1979, ha repasado otros temas, como el de las violaciones de los derechos humanos. Perjura que "no hay absolutamente nada de eso", aunque sobre los malos tratos y entre risas de su comitiva, deja una puerta abierta: "no hay ninguna tortura prácticamente".

Ha dicho no inquietarle las denuncias judiciales que pesan sobre él en Francia y España por malversación de fondos, porque, según él, todo su dinero está en Guinea Ecuatorial. Acerca de las desigualdades sociales, reconoce que a su país le sobra el dinero gracias al petróleo, "pero el dinero no se puede repartir como se reparten los regalos de Navidad". "La gente está viviendo muy bien y está contenta. Aquí no se nota ningún efecto de la crisis", resumió el mandatario, de 67 años.

A su entender, el problema en Guinea son los "holgazanes" que no quieren trabajar, y a ellos, "no se les puede dar dinero porque si no se habitúan a vivir de esa manera (...) Tienen que sudar un poco", les advirtió. Una vez contestadas todas las preguntas, Obiang ha dado por cerrado el acto con amabilidad: "Lo han disfrutado. Espero que los progresos de Guinea Ecuatorial salgan en las páginas".