Delantera
Actualizado: GuardarTal vez sea una premonición. Pero, antes de que David Beckham empiece a pensar en jubilarse, Victoria, su mujer, ha decidido ir despidiéndose del fútbol y ha empezado por quitarse los dos balones de reglamento que llevaba adheridos al escote. Vicky, por lo visto, por fin ha comprendido (tarde, para una estilista de su prestigio) que menos es más, y ha decidido cambiar, por tercera vez en su vida, de talla de sujetador. Ahora se entiende por qué los Beckham están a punto de cumplir diez años de casados. Y es que con tanta variedad (tatuajes, radicales cortes de pelo, metamorfosis quirúrgicas...) es imposible aburrirse de tu pareja. Más bien lo difícil es reconocerla al llegar a casa.
Dicen los tabloides británicos que Victoria quiere alejarse de la imagen de la típica esposa de futbolista. Para la Spice, la típica esposa de un as del balón es una mujer pechugona, con escote, tacones, minifalda y más bronceada que Carmen de Mairena. Yo, francamente, pensando en mujeres como las de Guardiola o Raúl, a ese tipo de señora no la llamaría típica esposa de futbolista, sino más bien típica agente fifa, pero el sentido argentino del término. Es lo que para un italiano medio vendría a ser una velina, y para Berlusconi, la encantadora hija de un amico mio que necesita di protezione.
En todo caso, para qué quiere Victoria dejar de parecer lo que es. ¿Acaso piensa cambiar de marido? Espero que no. Eso mataría al pobre David, ahora que ha alquilado toda una isla para celebrar allí su aniversario. Además, Victoria debería asumir su destino; porque si, como decíamos de niños, la mujer del carpintero es la carpintera, y la mujer del panadero la panadera... ¿Quién es la mujer del delantero (y uno tan sobresaliente además)? Pues... la delantera. ¡Bingo!