SAN FERNANDO

Las retenciones en hora punta afectan a varias calles en la salida a Cádiz

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Desde Constitución hasta Camposoto, de Pery Junquera hasta La Ardila y por supuesto la calle Real. Las retenciones son cada vez más largas en hora punta afectan a diferentes puntos de la ciudad y colapsan el tráfico rodado sobre todo en la franja que va desde las siete hasta las nueve de la mañana.

Los cortes de tráfico debido a la numerosas obras que se acometen en la ciudad, con la paralización de tramos como consecuencia de la puesta en marcha del tranvía, están causando problemas por la falta de previsión, ya que existen calles que han multiplicado de forma considerable el paso de vehículos sin estar preparadas para ello. Muchos fueron los vecinos que se asomaron a las puertas de sus domicilios alarmados por el ruido de los vehículos, sobre todo por la desesperación de unos conductores que daban al claxon como única forma de protesta ante las colas que se formaban.

Las entradas y las salidas de las rotondas eran los puntos más conflictivos, sobre todo en la glorieta de la Avenida Ponce de León en la que se pasa de dos carriles a uno. Por si fuera poco, su salida hacia Luis Milena se encuentra cortada al tráfico por las obras del tranvía, de modo que debían desviarse en dirección a la rotonda de la Comunicación. Lugar en donde confluían los coches provenientes de la propia calle Real, aquellos que venían de la batería de la Ardila y Pery Junquera. El tapón se fue disolviendo conforme avanzaban las horas y se prolongó hasta las nueve y media de la mañana, coincidiendo con la entrada de los menores en el colegio.

Los que se decidían por el transporte público para ir a trabajar se desesperaban en las paradas, aunque los que estaban dentro de los coches tampoco lo pasaban mejor.

Ana María Suárez llevaba más de un cuarto de hora «viendo el autobús desde el final de la calle, pero es que la cola apenas avanza. Menos mal que voy a estudiar a Cádiz y no a hacer un examen porque estaría tirándome de los pelos», explicó.

Javier Vázquez llevaba a sus pequeños al centro escolar y se sorprendió por la cantidad de vehículos que había en la calle, aunque esperaba que «se reduzcan cuando lleguen las vacaciones y los niños se queden en casa».

Unos colapsos que se incrementan conforme se avanzan en las distintas obras de la ciudad que dificultan el tráfico rodado y que han cortado casi completamente la principal vía de comunicación: la calle Real.