
25 euros por una 9 milímetros
Un grupo reducido de aficionados a la caza o al tiro acude a la subasta de armas que celebró la Guardia Civil
| CÁDIZ Actualizado: GuardarPistolas, revólveres, escopetas y rifles fueron las piezas que ayer salieron a subasta en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz. 421 armas pudieron ayer cambiar de mano, si bien casi la mitad se quedaron sin dueño por falta de ofertas.
Apenas una decena de propietarios de licencias para portar un arma, la mayoría aficionados a la caza o al tiro deportivo, acudió a primera hora no para pujar sino para conocer si la oferta que habían planteado días atrás era la más alta y la que conseguía llevarse el gato al agua. La modalidad de subasta es mediante sobre cerrado. Durante la semana pasada, las piezas se expusieron en la antigua comandancia de San Severiano, donde los interesados pudieron ver si había algún arma que se ajustaba a sus intereses, revisarla y comprobar su estado de conservación. Si encontraban algo, debían proponer un precio que guardaban en un sobre y lo entregaban a la Guardia Civil. Sólo pueden pujar los que tienen licencia; por lo que debían acreditar que tienen autorización.
Las ofertas se plantearon a partir de un precio de salida, que en función de la demanda puede dispararse o simplemente no moverse. Aquellos que tienen bagaje en subastas de este tipo suelen conseguir chollos. De ahí que la experiencia sea un grado. De auténtica ganga se puede calificar la pistola de 9 mm que fue adjudicada al precio irrisorio de 25 euros. Una única oferta por esa arma corta posibilitó que su valor no se encareciera.
En el otro extremo, por tratarse de la puja más cara, fue una escopeta de caza del calibre 12 cuyo nuevo propietario había ofertado 1.000 euros por ella. Resultó ser el precio más alto que guardaban los sobres.
Los lotes que salieron ayer a subasta son armas que fueron entregadas por sus anteriores propietarios por razones diversas, explicaron fuentes de la Guardia Civil. Aunque la principal es la renovación de la licencia, bien por fallecimiento o pérdida de aptitudes. No se subastaron armas procedentes de incautaciones porque este tipo de armamento, tras autorizarlo el juez que las tiene a su disposición, es destruido y transformado en chatarra.
Aquellos que depositan sus armas porque deciden no renovar la licencia tienen un año de plazo para recuperarlas. Al discurrir ese tiempo, son sacadas a subasta. En la de ayer, 82 piezas fueron retiradas por sus dueños antes de que recibieran ofertas.
La Comandancia de Cádiz suele celebrar una o dos subastas al año. La previsión es que se realice una para diciembre. Pero todo depende del número de piezas que se acumulen en las dependencia del Instituto Armado. Por ejemplo, en marzo de 2007 se organizó una subasta tras cuatro años en blanco.
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