El mensaje del BCE no convence al mercado

A los inversores les costó decidirse. Durante toda la sesión, el Ibex se debatió entre los números rojos y los verdes, aunque el rango en el que se movió el indicador no fue muy grande: marcó máximos en los 9.530 y mínimos en los 9.380. Al cierre, daba un último cambio en los 9.454,60 puntos tras ceder un ligero 0,11%. Otros índices europeos sí fueron capaces de terminar la jornada mínimamente en positivo, como el Cac 40 francés o el Ftse 100 británico, cuyos avances no llegaron ni al 0,11%. El Dax alemán lo hizo algo mejor: terminó con una revalorización del 0,20%.

La principal referencia de la sesión era la reunión ordinaria mensual del Banco Central Europeo (BCE), en la que se decidió mantener los tipos de interés en el 1%. Sin embargo, revisó a la baja las previsiones de crecimiento en la zona euro en 2009 y 2010. El BCE, en su reunión de abril, ya había anunciado que pondría en marcha medidas cuantitativas para acabar con la perniciosa espiral de deflación de activos. Ayer, su presidente Trichet entró en detalles: la entidad comprará bonos en el mercado primario por valor de 60.000 millones de euros, y también actuará en el secundario, con la adquisición de cédulas hipotecarias ya existentes.

El conjunto de todas estas ideas tuvo un efecto negativo en el mercado. Justo tras el mensaje de Trichet, el Ibex marcaba su mínimo intradiario. Después hubo recuperación, pero para la Bolsa española no fue suficiente.