Morales, en un palco de Chapín viendo el partido. / J. C. C.
Deportes

«El ascenso es algo que vamos a lograr entre todos»

Joaquín Morales regresó a Chapín como un aficionado más, se emocionó con la victoria y aventuró el salto a Primera

| JEREZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Desde el 12 de enero de 2008 no pisaba Joaquín Morales el Municipal de Chapín. El consejero delegado del Xerez y propietario de la mayoría de las acciones azulinas regresó ayer y presenció, como un aficionado más, en un palco privado la victoria xerecista. A la conclusión del encuentro, y con la consecuente euforia, el nazareno comentaba que había tenido «sensaciones muy bonitas y he podido disfrutar como un aficionado más». El mandatario sevillano reconocía que «en el primer gol he llorado abrazado a mi mujer y a mi hija, ha sido una sensación muy bonita y poco más, pero no me apretéis mucho que soy muy llorón». Muy emocionado, Morales confesaba que «parece que lo vamos a conseguir, pero vamos a esperar un poco porque todavía nos queda». Aún así, el sevillano quiso dejar claro que «es algo que hemos conseguido entre todos. Lo digo de todo corazón, no para vender la burra. Hasta los que me han apretado algunas veces me han hecho ponerme las pilas, y pienso en positivo gracias a todo el mundo. Y el día que consigamos el ascenso va a ser uno de los días más felices de mi vida, y de corazón, porque este club yo lo siento de verdad».

Morales recordaba que «después de todo lo que he pasado en el Xerez, con ratitos complicados», aunque aclaraba que «es como con un hijo que te sale malo y que te da disgustillos, casi siempre creados por mí, pero al final lo quieres con locura y yo al Xerez lo quiero».

En cuanto al ascenso a Primera División, el de Dos Hermanas apuesta por «esperar, sólo eso. No creo que nadie saque ya 78 puntos, el fútbol sería muy injusto y va a ser cosa de sacar un puntito más». Es tanta la confianza que el dueño del club aventuraba que «yo no me he emborrachado en mi vida y me voy a emborrachar dos o tres días para celebrarlo». Además el consejero delegado descubría que «me he dados abrazos de verdad con algunos jugadores, los que llevan aquí más tiempo y que han pasado malos ratos conmigo y yo con ellos». Era el caso de Moreno, «que ha vivido cosas complicadas cuando era el capitán, y me decía que al final se iba a salir con la suya de jugar en Primera, pero yo también al llevar al equipo a lo más alto».