ANDALUCÍA

Injusticia con los inmigrantes

| ALMERÍA/CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Antonio y Vanessa comienzan la jornada con un mismo objetivo: encontrar trabajo. La diferencia es que Antonio Fernández, consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, debe hacerlo para los más de 790.000 andaluces que están inscritos en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE); mientras que Vanessa Genicio Sánchez sueña con poner fin a los 16 meses de vacaciones forzosas, desde que la compañía aérea para la que trabajaba en el aeropuerto de Jerez de la Frontera la incluyera en un plan de reducción de plantilla.

La consejería de Antonio Fernández no es de las que genera más empleo, porque hay otros departamentos más inversores y generadores de puestos de trabajo como Obras Públicas, Innovación, Educación o Salud; pero de él dependen las políticas activas laborales, la formación especializada y las estrategias para aquellos colectivos que más difícil lo tienen para hallar una ocupación (los jóvenes sin estudios y los mayores de 45 años) logren revertir su situación. Vanessa, a sus 29 años, forma parte del primero de estos perfiles. Dejó de formarse tras la ESO, aunque tiene a su favor que habla, a parte de español y catalán, inglés y alemán. Pertenece, además, al sector servicios, uno de los más perjudicados por la crisis junto a la construcción. Fernández, pese a las augurios contrarios, confía en que Andalucía logre el pleno empleo una vez que se supere esta coyuntura económica internacional. Defiende que esta meta casi se cumple en 2007 y se muestra esperanzado en que se logre en una legislatura. El consejero se confiesa defensor del subsidio como acción social, pero rechaza que Andalucía sea una región de «subsidiados».