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Las calles Arroyuelo y La Plaza serán peatonales a partir del mes de julio
Los cambios afectan también a Caraza, que cambiará de sentido
| CHICLANA Actualizado: GuardarEl Consejo Municipal de Tráfico, en el que se encuentran representados los diferentes partidos políticos así como otros colectivos como los taxistas, la empresa concesionaria de autobuses, las asociaciones de comerciantes, hosteleros, empresarios y entidades vecinales, ha dado su visto bueno a la segunda fase de la peatonalización del centro de Chiclana. Ésta se iniciará el próximo 1 de julio, y tendrá como medida principal el cierre total al tráfico de vehículos (salvo emergencias, residentes, taxis y autobuses), de las calles La Plaza y Arroyuelo. Ambas arterias principales del corazón de la localidad se pondrán a prueba justo en el mes que mayor afluencia de visitantes registra el municipio.
El dispositivo circulatorio previsto hará que los turismos que procedan de la Alameda del Río en dirección al centro deban continuar su marcha por la calle Iro y Concepción si pretenden, por ejemplo, llegar al aparcamiento subterráneo bajo el Mercado de Abastos o seguir recto si quieren acceder a la avenida Diputación.
Otras vías que quedarán cortadas al tráfico serán una parte de Nuestra Señora de los Remedios (desde Fraile hasta La Plaza) o la propia calle Arroyuelo (desde Concepción hasta La Plaza). En todas ellas se colocará señalización advirtiendo de esta circunstancia, y durante las primeras semanas de funcionamiento, según explicó ayer el edil de Tráfico, Sebastián Verdugo, «se colocará un agente de movilidad para alertar a los conductores despistados».
Aparcamiento disuasorio
Las calles peatonales quedarán abiertas sin embargo tanto para los propietarios de garajes o residentes acreditados, como para los vehículos de emergencias o de servicio público. Además, se producirán varios cambios de sentido, como por ejemplo en el tramo de calle Caraza que va desde el párking del Mercado hasta la avenida Diputación, que pasará a tener dirección hacia La Longuera. Por su parte, los autobuses que transitan por esta vía se reducirán en un 50% y la parada de taxis se trasladará a la calle Caraza.
Está prevista además la colocación de una cámara de vigilancia para registrar la entrada de los vehículos en el perímetro cerrado y que reconocerá a aquellos que no estén autorizados con la consiguiente sanción.
Tráfico espera que la red de cinco aparcamientos subterráneos operativos ya en torno al centro urbano (con casi 1.700 plazas) cumpla con su objetivo de aparcamientos disuasorios junto con la explanada del campo de fútbol.