Procesados por la violación que llevó a la cárcel a Rafael Ricardi
El juez considera acreditado indiciariamente que los nuevos sospechosos son los autores
| CÁDIZ Actualizado: GuardarEl titular del juzgado mixto nº 3 de El Puerto, Miguel Ángel López Marchena, ha ordenado el procesamiento de los dos individuos que fueron imputados el año pasado por una violación perpetrada en 1995, en El Puerto; la misma que le valió a Rafael Ricardi 13 años de prisión y de la que aún no ha sido declarado inocente al estar pendiente la revisión de la sentencia por parte de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
En el auto dictado por el instructor se considera a los dos nuevos sospechosos, Juan B. G. y Fernando P. G., como los autores del ataque sexual perpetrado el 12 de agosto en Valle Alto, en virtud de los análisis de ADN que descartaron a Ricardi y que sirvieron de base a la Fiscalía para impulsar la puesta en libertad del portuense. El relato que hace López Marchena de unos hechos sucedidos hace más de diez años y que quedan «acreditados indiciariamente» es casi idéntico al que está plasmado en la sentencia condenatoria de Rafael Ricardi, pero con un cambio esencial: el nombre del ex preso es sustituido por los de Juan B. G. y Fernando P. G.
Como indica el citado auto, ambos imputados habrían abordado a la víctima cuando ésta se dirigía a su casa en ciclomotor. La joven tuvo que detenerse porque los acusados habían colocado unas piedras en el camino. Ese momento fue aprovechado por ellos para arrastrarla contra su voluntad a una zona de eucaliptos cercana y consumar allí dos delitos de violación cada uno. Esos son los cargos que imputa el instructor a los sospechosos.
También indica el juez que la joven logró arrancarle la capucha a Fernando P. G. y verle. Pero no indica que la víctima lo haya reconocido, porque tras reabrirse el caso, la mujer no lo identificó como sí lo hiciera en su día con Rafael Ricardi. Ese error fue la principal prueba en contra del portuense y que allanó su camino hacia la cárcel.
En estos momentos, Fernando P. G., que fue detenido por la Policía Nacional en abril del año pasado, al dar positivo un cotejo rutinario de su ADN con muestras recogidas en 1995, está en prisión provisional sin fianza. Su supuesto compinche, Juan B. G., fue identificado cuando ya estaba en la cárcel por otro asunto y entre rejas le sometieron a las mismas pruebas biológicas, que también confirmaron su presencia en la noche de la violación.
El próximo 1 de junio ambos tendrán que comparecer para ser interrogados por el instructor, quien ya ha decidido mantener la situación de prisión provisional para Fernando P. G. Ese día determinará también qué medida aplica para el otro imputado, que sigue recluido por otra causa.
Pese a que en su día la Policía vinculó a estos dos individuos con una decena de agresiones sexuales ocurridas entre 1995 y 2000, el juez, a petición de la Fiscalía, ha aceptado, por ahora, acumular sólo cuatro asuntos, «descartando los otros cinco sumarios al no aportarse por la Policía datos de suficiente entidad», indica el auto.
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