PUJA. Uno de los postores realiza una oferta por uno de los lotes subastados. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Delphi en otras manos

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Las máquinas que hasta hace dos años atronaban los oídos mientras estaban en funcionamiento en la planta de Delphi de Puerto Real ya han comenzado a cambiar de manos. La compañía holandesa Troostwijk comenzó ayer la subasta de los activos que se encontraban en las instalaciones de la factoría a fecha de su cierre. Entre la primera jornada de pujas y la de hoy habrán salido al mercado alrededor de 2.400 lotes que van desde una prensa de 600 toneladas hasta un gato de polea que tuvo un precio de salida de 50 euros y que no despertó el interés de ninguno de los postores.

Son más de 125 empresas las que están registradas para participar en la venta pública del material de la fábrica. Muchas procedían del entorno de la planta de automoción, como Desguace y Reciclaje de la Bahía, de El Puerto; otras de otros puntos de España, y no pocas del extranjero, de países como Portugal, Reino Unido, Alemania, China e India. Además de éstas, que estaban presentes en el salón de subastas del hotel Ciudad del Sur de Puerto Real, hasta 25 postores estaban registrados para participar en las pujas. En la sala apenas hay sitio para medio centenar de personas, aunque cada compañía acude para pujar por los lotes en los que está interesada. La subasta se desarrolla simultáneamente en inglés y español. Los postores ven una imagen que se proyecta sobre una pantalla del lote que se subasta en cada momento y sobre el que se superpone la última oferta económica en euros, dólares, libras y en eslotis polacos. «Paguen en euros, no lo hagan en eslotis», bromea uno de los subastadores antes de iniciar la venta.

Gastos adicionales

Los interesados en cada lote pujan hasta quedarse con él o hasta que consideran que les es rentable -al precio de venta hay que añadir un 10% de comisión que se lleva Troostwijk y los gastos de desmontaje y puesta en carga en un medio de transporte que realizan terceras empresas contratadas para ello-. El subastador crea un ambiente distendido para romper la monotonía de ofertas y ventas y mantener la atención de los postores: «Un yunque, estupendo para el jardín»; «Sierra vertical de cinta por 200 euros, no sirve para cortar jamón, pero es una máquina muy bonita», bromea.

La multinacional Delphi ha participado en la subasta por internet, aunque la firma organizadora rehusó dar detalles sobre su identificación. Uno de los postores virtuales adquirió tres herramientas rectificadoras de metal por 1.400 euros cada una. Muchos de los lotes quedaron sin vender. Algunos en reserva; por ejemplo, seis máquinas de templado que tenían cada una un precio inicial de 25.000 euros no fueron vendidas, aunque quedaron en reserva de una oferta de 40.000 euros por las seis que tendrán que aprobar los administradores concursales. Por otro lado, los ex eventuales de Delphi acusaron ayer a la Junta de ofrecerles empleos precarios.

jlopez@lavozdigital.es