Los usuarios de la estación provisional de autobuses critican la falta de servicios

Puede viajar a Chiclana, Puerto Real y en todas las líneas de Los Amarillos, pero no podrá tomarse un café ni ir al aseo. La estación provisional de autobuses instalada en la Plaza de Sevilla comenzó ayer a funcionar con importantes carencias, que afectan, sobre todo, a los servicios que deben recibir los viajeros. La mayoría de los usuarios se quejaban de la ausencia de la taquilla para comprar los billetes o pedir información sobre los horarios, así como de la falta de otros equipamientos como los aseos o una cafetería. Sin embargo, el Ayuntamiento aseguró que ya se se está trabajando en estas dependencias, que se abrirán a finales de mayo, con casi total seguridad.

Los autobuses comenzaron a parar en la zona, señalizada ayer mismo, desde primera hora de la mañana, aunque sin mucho movimiento de usuarios, ya que muchos de ellos aún no se han enterado del traslado de la estación. De esto se quejaba Encarnación Ariza, que aseguró que se dio cuenta de los cambios cuando llevaba una hora esperando en la antigua parada de Comes. «Sólo han puesto varios carteles de tamaño folio para informar del inicio de funcionamiento de esta estación», aseguró.

Su puesta en marcha ha obligado a restructurar el sentido del tráfico para entrar en la estación de Renfe, de manera que la zona más cercana a la Cuesta de las Calesas ha quedado sólo para autobuses, mientras que la que colinda con el aparcamiento del vestíbulo sirve para entrada y salida al recinto de estacionamiento. Por ello, se ha incrementado el número de plazas disponibles, ya que éstas deben servir para los usuarios de las estaciones tanto de tren como de autobuses.

Dentro de unos días el Ayuntamiento continuará con las obras de ampliación del aparcamiento de Canalejas, de forma que el próximo sábado se instaurará el doble sentido por los carriles habilitados por el interior del muelle.

El edil José Blas Fernández se mostró satisfecho por la apertura de este nuevo equipamiento y puntualizó que «esto es el principio de la futura estación intermodal, ya que ahora tenemos perfectamente conectada la estación de Renfe con los autobuses y el catamarán». Además, aseguró que aunque algunos conductores se han quejado por el poco espacio que tienen para dar la vuelta los autobuses articulados, «esta operación está garantizada porque nunca coincidirán trece vehículos a la vez, que son los andenes que tiene el recinto», explicó.

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