Expansión

L os aficionados al cómic estamos de enhorabuena. El medio está viviendo un momento dulce en nuestras fronteras, que esperamos vaya a más. Mientras se le hace más caso en prensa, se ha demostrado que la lectura de historietas no es cosa de niños. Se va recuperando al lector adulto, las ventas aumentan en época de crisis, los tebeos ya no se venden exclusivamente en librerías especializadas... No es para echar cohetes analizando las cifras fríamente, no es un fenómeno de masas a la altura de otras formas de ocio, pero la situación es esperanzadora.

Confirma también la expansión del mundo de las viñetas el gran número de eventos en torno al arte secuencial que se convocan aquí y allá. En Bilbao y alrededores no podemos quejarnos. La Alhóndiga lleva dos años ofertando una atractiva beca para dibujantes y unas jornadas teórico-prácticas con interesantes invitados. Nada mejor para conocer el medio que escuchar a artistas implicados, profesionales que no han perdido su pasión por lo que hacen y han logrado vivir de lo que les gusta. Paralelamente al curso, algunos de sus ponentes participan en mesas redondas abiertas al público (librería Joker), una elogiable iniciativa, perfecto complemento, que permite a los aficionados (y curiosos) escuchar en vivo y en directo a nombres de primera línea, autores que saben muy bien de lo que hablan.

Es recomendable escuchar la afilada e irónica verborrea de Manel Fontdevila, habitual en las páginas de El Jueves, condenado por aquella famosa portada de la revista de humor satírico. Una firma personal, que llega a un amplio abanico de público y cuenta con una trayectoria muy a tener en cuenta. Antonio Martín aporta la experiencia de un entendido en la materia, un nombre veterano que, además de explorar el medio, ha ejercido de editor y conoce de primera mano lo bueno y lo malo desde el otro lado de la barrera. Paco Roca está moda, es el último Premio Nacional. Además, presenta en exclusiva su nueva propuesta: Las calles de arena. Dará que hablar. El galo Edmond Baudoin, el más plástico, entiende el trazo como poesía. Su expresividad llama la atención, y no hace falta ser un experto en tebeos para disfrutar con su trabajo. Esta semana Bilbao se viste de cómic, no hay que dejar pasar el acontecimiento.