«Me he sentido como una actriz porno», comentó Pau Donés tras acceder a posar de esta guisa. / IGNACIO PÉREZ
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«Pago impuestos y me cabrea el top manta»

Jarabedepalo contraen su bautismo y reciclan la acústica de sus canciones en un libro-disco que se vende a 9,95 en los quioscos

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En estos tiempos inciertos, Pau Donés, el creador de canciones como La flaca o Depende, ha levantado su propia empresa para vender, a través de los quioscos, el libro-disco Orquesta reciclando, donde suenan sus clásicos de siempre en sonoridades diferentes. Con locuaz entusiasmo habla de su nuevo grupo, estética y sello.

-¿Por qué crea su discográfica, Tronco Records?

-Por fin podemos. Si hubiéramos intentado ir por libre hace seis años el negocio en general nos habría hecho el vacío y machacado. Ahora la cosa está tan revuelta que un grupo como Jarabedepalo puede independizarse y no pasa nada. Nosotros éramos un grupo caro para la compañía discográfica, que como todas no pasa por el mejor momento. Este negocio es muy rígido, sin espacio para las ideas, y nosotros queríamos seguir poniendo en práctica las nuestras. Hubimos de decidir si seguíamos bajo el paraguas de una multinacional, pero en condiciones creativas muy restrictivas, o jugarnos el tipo y montar una discográfica cuando éstas están despidiendo trabajadores.

-El trabajo se le multiplicará.

-Sí. El equipo lo formamos mi hermano Marc, que es el director creativo y hace todo menos las canciones; Neus, que coordina la promoción; Susana, que se encarga de la pasta, y yo, que hago las canciones. Es más trabajo, pero me siento co-mo empezando. Es un estímulo, una motivación 12 años después de empezar. Ahora controlamos al 100% la canción hasta que llega a la casa del colega que compra el disco.

-¿Y los beneficios son superiores?

-Noooo... ¡Qué va, tío! Pero tampoco nos vamos a morir de hambre. Será un negocio rentable, pero es mejor trabajar con una multinacional que te paga un anticipo por el disco y luego te olvidas de si vende o no vende. Esta aventura proviene de un proceso natural de cambio, de hacer cosas con ganas e ilusión. Montamos una gira de teatros con canciones conocidas. Las destruimos y las reconstruimos durante un mes encerrados en un local de ensayo. También reciclamos nuestro aspecto vistiendo fracs a modo de orquesta y metimos humor en el show mediante el videopresentador Andreu Buenafuente.

-¿Salió bien la experiencia?

-Tenía visos de ser un desastre. Imagínate qué pensarán los fans si reversioneas los éxitos, cambias el aspecto al de doce años y pones a Buenafuente haciendo bromas de músicos. Pero en vez de ocho, dimos veinte conciertos y grabamos. Y en vez de un disco hemos sacado un libro-disco del espectáculo, lo cual sería imposible editar en una discográfica en este momento.

-¿Y cómo se venderá?

-Buscamos una manera distinta: a través de los quioscos. Nos dimos cuenta de que en ellos, además de información, se vende cultura. Por desgracia cada vez hay menos tiendas de discos, pero hay 23.000 quioscos en España. Y lo vendemos a 9,95 euros. Se puede porque hay menos intermediarios y porque los libros pagan un 4 % de IVA y los discos el 16%. O sea, dos euros menos. Y en 15 días hemos vendido 35.000, que es una cifra más que destacable.

-¿Le molesta ver en el 'top manta' copias de sus discos, un fenómenos imposible en Londres, por ejemplo?

-Aquí las instituciones se han desentendido del tema. Y claro, yo pago impuestos y esto me toca los cojones. Me toca los cojones que el disco Orquesta reciclando salga a los quioscos el 1 de marzo y que el día 2 ya esté en Internet, en el e-mule. Esto me cabrea. Y desde luego también verlo en el 'top manta'. Creo que es una falta de respeto hacia nuestro trabajo y nuestras ideas. Están echando a gente en Vale Music, en EMI..., se cierran tiendas de discos... Esto no es justo. Por eso la idea de sacar un libro-disco: son casi 100 páginas con 16 canciones de puta madre, versiones de nuestros éxitos, a 9,95. Si piensas que es caro y que es mejor bajarlo del e-mule, yo qué sé, tío. Aquí hay algo que no funciona bien.

-Pero no entrará en listas de ventas.

-Claro, pero a día de hoy eso ya da igual. Sí serviría para la contratación, porque es lo que miran los agentes. Sin embargo, el nivel de conocimiento te lo da el que hay más de 35.000 casas españolas que tienen el disco. De momento. Luego, como tenemos público en América y Europa, este disco saldrá por Internet y después a las tiendas. Porque el disco ha funcionado.

-¿Por qué el cambio de nombre?

-No es un cambio. Así nos llama la gente. Lo ponemos todo seguido. Y en Internet se escribe así. También es algo trangresor: se escribe separado, pues lo juntamos.

-¿'La flaca' sigue haciendo dinero por derechos? Será la que más, ¿no?

-Sí. Pero la que más produjo en su momento fue Depende. Salió un artículo en prensa comentándolo Teddy Bautista (presidente de la SGAE) y me reboté cantidad. « Tío, que va a venir un inspector de Hacienda y me va a pegar un palo de cojones, ¿no?» . Y gracias a esos derechos empezamos la aventura de Tronco Records. Si no fuese porque un tema sale con Hipercor y porque otros producen derechos que dan dinero, no hubiéramos podido grabar este disco. Menos mal que nuestra música sale en publicidad, porque ya casi ni hay programas musicales en televisión. Con la publicidad tus canciones se difunden y encima cobras.

-¿Ha aplicado su experiencia laboral publicitaria al negocio musical?

-Al principio, estando en multinacionales, la apliqué para que no hicieran de nosotros algo que no somos. Por ejemplo, soy un tío peludo de pelo largo y si quiero me lo tiño y voy con mis tejanos y mi camiseta. Estoy gordete, tengo mofletes y me gusta comer y beber. Eso es lo que yo soy y lo debéis respetar. El mundo musical está 'direccionado' a vender más al personaje que la música. Más a dar a conocer a un rubio guapo que sale con su novia y después vender su música. Pues nosotros al revés. Y ahora me está sirviendo para lo mismo, para comercializar nuestra música a través de Tronco Records.

-O sea que le gusta comer...

-Cuando vengo al norte, a esta zona, y después a Galicia, anticipo mis menús. Hoy comeré percebes y cocochas rebozadas. No sé donde, pero así será. Soy más de carne que de pescado, pero, a ver... percebes y cocochas... Eso gusta al más carnívoro.