Trichet, durante la rueda de prensa que ofreció ayer en Fráncfort. / EFE
Economia

El BCE decepciona a los mercados al bajar 0,25 puntos los tipos de interés

Trichet anuncia «medidas no convencionales» para el mes de mayo y no descarta nuevos recortes

| CORRESPONSAL. BERLÍN Actualizado: Guardar
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El Banco Central Europeo (BCE) decepcionó ayer a los mercados al aprobar una bajada de sólo 0,25 puntos de sus principales tipos de interés para situarlos en el 1,25%, un nivel, pese a todo, sin precedentes. Tras una intensa discusión interna, la decisión se tomó por «consenso» y no por unanimidad ante la peor crisis financiera y económica de los últimos 60 años. El presidente de la institución, Jean Claude Trichet, señaló que el Consejo de Gobierno discutió el diseño de nuevas medidas «no convencionales», que posiblemente serán anunciadas dentro de un mes.

Aunque los tipos de interés del BCE alcanzaron ayer un mínimo histórico desde la instauración del euro e, incluso, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, el banquero, obligado por las circunstancias y posiblemente bajo presión interna de sus pares y de los mercados, que esperaban un descenso de 0,5 puntos, advirtió de que la institución no excluye nuevos recortes. «Para decirlo de manera muy franca, no es el límite mínimo y no quiero excluir ir más abajo del actual nivel», concretó.

No fue todo. En un raro gesto de transparencia informativa, Trichet reveló que la reunión de ayer del Consejo de Gobierno estuvo marcada por una «profunda discusión» y que la decisión de bajar los tipos en sólo un cuarto de punto había sido adoptada por «consenso», una explicación que dejó al desnudo que no todos los miembros estaban de acuerdo.

Pero la noticia de la jornada, aparte de la decepción de los mercados -el euro escaló posiciones hasta casi 1,35 dólares- y la posibilidad de que los tipos sigan bajando, fue lo que no dijo y que prometió revelar en la próxima reunión del Consejo, que debe tener lugar el primer jueves de mayo.

Imprimir dinero

En un lenguaje casi críptico, el banquero señaló que los miembros del Consejo de Gobierno del BCE presentarán en esa fecha nuevas medidas no convencionales para hacer frente a la crisis financiera. El mandatario se negó a dar detalles al respecto, pero prometió que el banco se asegurará de la optimización del empleo de esos instrumentos, que podrían incluir las llamadas «medidas de flexibilización cuantitativa», una expresión sacada del diccionario anglosajón para referirse a la acción de poner en marcha la máquina de imprimir billetes y que ya ha sido adoptada por la Reserva Federal y el Banco de Londres. «En un mes se tomarán nuevas decisiones», sentenció Trichet.

Como era de esperar, el presidente del BCE trazó un panorama negativo de la economía mundial y de la eurozona, descartó el peligro de una deflación y admitió la inquietud que reina en varias capitales europeas con respecto a la posibilidad de que la crisis financiera tenga un impacto negativo en la economía real.

«A causa del impacto de las turbulencias en los mercados, la actividad económica en la zona euro se ha debilitado fuertemente y la demanda interna se ha contraído de forma paralela a la caída de la economía mundial», dijo. Vaticinó, además, que la situación seguirá igual a lo largo de 2009 y que sólo habrá una recuperación gradual a partir de 2010.

Con respecto al peor enemigo del Banco en tiempos de normalidad -la inflación- el banquero dijo que la tasa sigue retrocediendo y que podría llegar a ser, incluso, negativa a mediados de año, pero aseguró que para el final del ejercicio estará próxima los niveles previstos del 2%.