MOCIÓN. Los ateneístas explicando las dos propuestas. / T. B.
PUERTO REAL

Una Feria sin reina

El Ateneo Republicano insta al Ayuntamiento a suprimir la coronación típica de las fiestas

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Si la moción presentada al Ayuntamiento por el Ateneo Republicano de Puerto Real prospera, podría darse la circunstancia de que la próxima Feria de la Villa se celebre sin la figura de la reina y sus damas. Los ateneístas puertorrealeños solicitan que se suprima el tradicional y popular acto de la elección y coronación, que año tras año se celebra en la plaza de Jesús rodeado de la parafernalia al uso, con el que se sienten muy involucradas las peñas, vecinos, asociaciones y entidades de la localidad.

Si la propuesta es aceptada por los munícipes locales -y cabe recordar que el alcalde de la ciudad, José Antonio Barroso, que es miembro del ateneo puertorrealeño, está imputado por un presunto delito de injurias graves al Rey- el recinto ferial de Las Canteras no verá pasear por sus calles iluminadas a la joven reina. El Ateneo Republicano, que nada parece tener en contra de los trajes de volantes y los farolillos, basa su moción señalando que «el trato degradante para las mujeres, que supone escogerlas y exhibirlas en función de su lozanía o belleza, no sólo entra en contradicción con una sociedad que presume de moderna y avanzada, sino que, además, ha quedado proscrito por la Ley de Igualdad, aprobada con amplio consenso de los grupos políticos, en desarrollo del principio de la Constitución española que proclama el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo».

Asimismo, la moción explica que «la igualdad entre hombres y mujeres es un principio jurídico universal aprobado, entre otros organismos, por la Asamblea General de las Naciones Unidas».

Igualmente, en una asamblea del Ateneo Republicano, se aprobó por unanimidad exhortar a los miembros de la Corporación y a los grupos políticos, a que mantengan con la iglesia católica la idéntica relación institucional que con otras confesiones religiosas, y que no participen representando a la ciudadanía, en actos religiosos, como los desfiles procesionales de Semana Santa, y otras manifestaciones de cualquier tipo.

«Observamos cómo los representantes públicos, asisten y participan en actos religiosos de la iglesia católica, pese a que formamos parte todos de un mismo estado aconfesional», critican.