Rescate condicionado
Actualizado: GuardarEl ultimátum lanzado por Barack Obama a las compañías de automóviles que exigen ayudas públicas para salir de la crisis encontró un eco casi inmediato, al confirmar Chrysler la rúbrica de un acuerdo global con la italiana Fiat y Cerberus que le permitirá acceder a la inyección de 6.000 millones de dólares ofrecida por el Gobierno de EE UU. La condición de forjar salidas pactadas de forma urgente figuraba en un proyecto de rescate que no eludió severos reproches a las empresas automovilísticas concernidas por la lentitud en sus procesos de restructuración o a la hora de buscar alianzas. En el plan de salvamento, Obama ha concretado su voluntad de salvar la industria del automóvil como pilar de la economía estadounidense, pero no sólo a costa del dinero de los contribuyentes sino con el esfuerzo y el sacrificio de las grandes marcas al borde de la bancarrota.