PARLAMENTO. Manifestación del 26 de febrero en Sevilla. / L. V.
Ciudadanos

La lucha de los padres de la Sierra da sus frutos tras un año de intensas reivindicaciones

Las movilizaciones que han llevado a cabo han hecho que la Consejería dé marcha atrás y termine por ofrecerles esta posibilidad aunque tratarán de «persuadirlos de que lo mejor es el cambio»

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La oposición al traslado de los alumnos de ESO a otras localidades comenzó a darse hace casi un año, cuando Educación dio a conocer la creación de un nuevo instituto de Secundaria en Arcos, la conversión de un colegio de infantil, el Maestro Antonio Arocha. Este anuncio suponía que los alumnos de Primero y Segundo de ESO de Algar serían traslados a esta localidad.

Estas intenciones de la Delegación provincial de Educación provocó una oposición férrea en la localidad y por ello se constituyó la primera plataforma serrana contra el traslado. Entre las acciones de protestas que llevaron a cabo se encontró una manifestación general por el municipio en la que los padres se opusieron a la decisión. Dicha situación se fue extendiendo a otras localidades de la Sierra, donde se fue conociendo que también estarían afectadas por las modificaciones. Por ello se crearon sendas plataformas en Zahara de la Sierra y El Gastor y se opusieron frontalmente al cambio en Benamahoma.

Dichas plataformas conocieron que los alumnos de Zahara serían trasladados a Prado del Rey en el curso 2009-10, aunque la última planificación decía que sería en el 2010-11; los de Algar pasarían a Arcos en 2010-11, aunque finalmente sería en 2009-10; Benamahoma se iría a Ubrique y El Gastor a Algodonales, ambos en el curso 2009-10. Por lo que decidieron iniciar un intenso programa reivindicativo para paralizar esta medida.

Entre el amplio programa de protestas que han desarrollado en los últimos meses han destacado la organización de charlas y coloquios en los municipios, con la participación de representantes políticos; la presentación de preguntas e iniciativas en plenos de ayuntamientos, Diputación y el propio Parlamento de Andalucía; y se organizaron reuniones con el delegado provincial de Educación, Manuel Brenes.

El 26 de febrero se llevó a cabo una protesta ante el Parlamento de Andalucía y los padres fueron recibidos por la consejera, Trinidad Jiménez, que les expuso las razones del traslado y les aseguró que el mismo se producirá porque no se puede modificar el Mapa de Centros que ya está diseñado. Posteriormente Zahara y El Gastor hacen una propuesta conjunta para que el instituto de Algodonales tenga dos secciones exteriores, una en cada pueblo, y que sean los profesores los que se trasladen.

La última vuelta de tuerca fue la realización de un paro escolar que se inició en El Gastor el martes 3 de marzo y se prolongó durante 13 días lectivos. El resto de municipios, Zahara, Algar y Benamahoma, también secundaron el paro, días después, aunque sólo Zahara se mantuvo hasta el final junto a los gastoreños.

Estas huelgas tuvieron un punto importante de inflexión a partir del quinto día de paro porque se enfrentaban a la posibilidad de que se iniciara el protocolo de absentismo escolar. Algo que no supuso que los padres volvieran a llevar a clase a los niños y en diferentes asambleas se acordó seguir adelante con el paro fuera cual fuera la consecuencia.

Algar abandonó el paro escolar el pasado miércoles y decidieron que las protestas la llevaran a cabo los padres, encadenándose a las puertas del centro el lunes y el martes y en la plaza Alberti el jueves. En Zahara los padres organizaron para estos días concentraciones a las puertas del colegio y una de ellas derivó en un corte de carreteras junto a los padres de El Gastor. El lunes se organizó una manifestación comarcal en la localidad gastoreña.

Los padres de El Gastor optaron por contratar a profesores para que los niños recibieran clases en locales, algo que también se planteaban los padres de Zahara, y en ese momento se recibió el anuncio de la consejera de que serían los padres los que decidieran si se producía el traslado de los niños o no. Algo que fue festejado en estas poblaciones e incluso se improvisó una fiesta en la plaza del Ayuntamiento de El Gastor, en la tarde del jueves.

El pasado viernes, el delegado de Gobierno de la Junta, José Antonio Gómez Periñán, confirmó el inicio de un nuevo proceso de diálogo y el hecho de que serán los padres los que opten, a título particular, por trasladar o no a los niños. Aunque aseguró que «trataremos de persuadirlos de que los niños vayan al instituto porque consideramos que es lo mejor para ellos». Esto dejó un sabor «agridulce» en los padres, apuntó José Manuel González, de la plataforma de El Gastor, porque «no sabemos de qué modo tratarán de persuadirnos y lamentamos que no han oído nuestras razones, sino que han tratado de acallar las protestas».

Razones plataformas

Entre las razones que las plataformas barajan para oponerse al traslado se pueden destacar la exposición continua de los niños diariamente a carreteras de montaña, asegurando que en algunos de los casos llegan a hora y media de duración; la sensación de cansancio continuo que se produciría en los niños, al tener que salir temprano de sus casas para ir al colegio y volver tarde; y que se provocará un desarraigo familiar, al pasar menos horas con sus familias.

También entienden que el traslado produciría que los niños pierdan el contacto con el centro educativo y el profesor que suelen tener al vivir en un municipio pequeño, que entienden que ayuda a atajar un problema en cuanto se produce; perderían las relaciones sociales con el pueblo, al no quedarles apenas tiempo de estar en el mismo; y se produciría una pérdida de las raíces sociales de los pueblos.

Las plataformas entienden que los traslados podrían producir una emigración masiva de las familias ya que el cambio a otras localidades podría terminar provocando que los padres decidieran marcharse a las grandes ciudades, donde este tipo de problemas no ocurren. En fin, entienden que supondría un descenso acusado de la población de los pueblos y una merma económica importante al perder parte de la población activa.

Además aseguran que los niños que ya fueron trasladados para cursar Tercero y Cuarto de ESO han sido víctimas de un importante fracaso escolar y entienden que este nuevo traslado podría provocar una situación similar con los niños. Estas plataformas aseguran que un porcentaje importante de estos jóvenes que fueron trasladados actualmente están estudiando en las escuelas de adultos para obtener el título de Secundaria.

sierra@lavozdigital.es