Mundolacito

Ah, la Primavera que la sangre altera y se ve que ha alterado la sangre, que no está en tomate, de la Conferencia Episcopal, que se ha lanzado a llenarlo todo de vallas, como emulando al Ayuntamiento de Cadisí. Ahora sólo falta que también la Conferencia Episcopal diga que ha construido el puente de La Pepa y ya la tenemos liada, la pobre Maleni no va a ganar para pleitos.

Resulta que han llenado todas las carreteras de carteles en los que sale un chiquillo gateando y un lince. Yo lo primero que veo mal es que el chiquillo no vaya vestido de monaguillo, que es lo suyo o por lo menos con traje de cristianar. Me imagino, además, que el niño, al que yo le veo cierta cara como de Ángel Acebes pero de chiquitito, estará bautizado y no habrá sido concebido en pecado... no vayamos a liarla. Habrán comprobado también que el chiquillo no sea in vitro, ni que haya sido concebido de penalti. Fijaté que ahora se da cuenta el pío Martínez Camino que el niño del anuncio fue concebido por la gracia (bueno, gracia poca) de una rotura de condón... Sería obra de Satanás, que es el malo de película más antiguo de la historia.

Pero a mí lo que me preocupa de todo esto es el pobre lince. Yo no sé que les habrá hecho el lince a todos estos del honor sensible y la sotana larga, que parece que están siempre en complú. Porque lo curioso es que la Conferencia Epicopal y los peperianos coinciden hasta en el mal ojo que le tienen echado a los linces de Doñana, que no les gustan a ellos... que siempre han sido más bien del conejo en salsa. Nunca me he imaginado yo a Rouco y a Rajoy cantando en un karaoke yo lo que quiero que me coma el tigre.

Yo pienso que esto hay que solucionarlo con un lacito. Si la Conferencia Episcopal ha pedido a las cofradías que se pongan un lazo blanco para mostrar su rechazo al aborto, yo pienso ponerme un lacito para defender al pobre lince, que yo no sé que ha hecho para que no lo quieran los representantes de Dios en la tierra. Dios será muy inteligente, pero la verdad es que para coger representantes en la Tierra últimamente no tiene mucho tino.

Yo me voy a poner un lacito de color cereza, que ese todavía no lo ha cogido nadie, que ponga en defensa del lince Bartolo y por detrás se lea: «Ante Rouco Varela no dejarme solo».

No lo haremos Bartolo. Si a los de orden no le importas, como tampoco les ha importado nunca lo que digan las mujeres consideradas siempre en la Iglesia como de segunda categoría, aquí estamos los desordenados del mundo para defenderte. Los que defienden que la mujer salió de la costilla de Adán, contra los defensores de las costillitas de cerdo en adobo. Así somos los humanos, Bartolo, pishita mía, siempre estamos divididos en dos bandos y así nos va.

No sé que harán las cofradías, si se pondrán el lazo blanco como pide la Conferencia Episcopal, que algunas veces no se sabe si trabaja para Dios o para Rajoy, o si desecharán la medida. Evidentemente están en su derecho de colocarlo porque es el pensamiento de la Iglesia y tienen derecho a defenderlo públicamente, igual que los demás tenemos nuestro derecho a decir lo contrario. De todos modos sí habría que recordar lo ocurrido hace unos años cuando se estaban defendiendo «otras vidas», la de las personas que han muerto en Irak por culpa de un ataque cuyos oscuros intereses están todavía por confesar. Entonces las cofradías dijeron que no al lazo porque no eran maneras. Veremos qué pasa ahora. Sería muy triste comprobar que hay vidas que valen más que otras. Se habría confirmado, una vez más, que Dios, después del séptimo día, no descansó... simplemente se fue de vacaciones y no ha vuelto... estará comiendo morcilla en tomate en Urano, que tiene unas playas de escándalo, tú.