ACUERDO. Los firmantes del pacto en Puerto Real durante su escenificación el pasado lunes. / O. C.
PUERTO REAL

Un margen de sólo 662 votos

El pacto suscrito entre IU y PSOE pone de relieve la estrategia de los socialistas de cara a las elecciones de 2011, que en 2007 pudieron arrebatar el octavo edil a IU por muy poco

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Los protagonistas del ajedrez político de Puerto Real han empezado una nueva jugada que tendrá su desenlace en las próximas elecciones locales de 2011, siempre y cuando los socios de gobierno aguanten la alianza hasta esa fecha. Es cuestión de tiempo y el mejor ejemplo de estos matrimonios de conveniencia se pudo ver la pasada legislatura en Jerez, donde el PP pactó con el PSA y, más tarde, el PSOE, la lista más votada, se benefició de la separación de esta relación. El PSA se alió con el PSOE y echó de la Alcaldía a los populares.

En Puerto Real se han movido por ahora los primeros peones. Los socialistas suben al Gobierno municipal y lo hacen de la mano de Izquierda Unida. El alcalde, José Antonio Barroso (IU), ha tenido que poner al mal tiempo buena cara y compartir el poder durante los próximos meses con su rival y enemiga política, la socialista Ana Mosquera, aspirante a tomar las riendas del Consistorio. Del banquillo de la oposición ha pasado a ser con el pacto la primera teniente de alcaldía.

La lucha por el poder se apreció en las elecciones de mayo de 2007. El PSOE, con Ana Mosquera al frente, mejoraba sus resultados con respecto a 2003 y pasaba de 4.198 votos y seis concejales a tener siete ediles y una cosecha de 5.022 sufragios. Por el contrario, Barroso perdía su hegemonía y de 6.819 votos y diez concejales en 2003 lograba entonces ocho ediles y 5.683 votos, una diferencia de 661 votos. La lectura política de esta mínima diferencia no era otra que, Mosquera se acercaba al poder y se convertía en la llave del gobierno. Sin embargo, su negativa a pactar con Barroso, como le exigían las direcciones provincial y regional de su propio partido, le valieron una tensión y una posición de fuerza que, mas tarde, tuvo que rebajar para apoyar a Barroso en su gestión. Las reticencias de Mosquera ponían en juego el pacto que necesitaba el PSOE con IU para gobernar sin problemas en Diputación.

El PSOE acorta distancias y lo sabe. A los socialistas le hubieran bastado 662 votos en 2007, aplicando la ley D'hont, para arrebatar a IU el octavo concejal y ser la lista más votada con un total de 5.684 votos. La estrategia ahora no es otra que colocar a Ana Mosquera, candidata muy popular y de Río San Pedro, en primera línea de gestión y esperar a los resultados de 2011. Puede haber un vuelco electoral en un feudo comunista y de IU donde Barroso lleva gobernando desde 1979, a excepción del paréntesis 1995-99.

Siguiendo con el símil de lo ocurrido en Jerez, la socialista Pilar Sánchez es ahora la alcaldesa de la localidad tras pasar de 9 a 15 ediles. y cosechar en las últimas elecciones 46.661 votos frente a los 29.284 de las elecciones de 2003. Mosquera puede repetir esta misma jugada en Puerto Real, aunque algunas voces en el municipio no le perdonan la alianza que acaba de sellar con IU. A Barroso, por su parte, le interesa llevarse bien con el PSOE de cara a un futuro. En el abanico de las estrategias, Barroso podría aspirar en el futuro a ocupar una de las vicepresidencias de Diputación.

Por su parte, la concejala y portavoz del grupo municipal del PA, Maribel Peinado, manifestó ayer que «el pacto de gobierno firmado por IU y PSOE no nos coge de sorpresa, porque ya existía aunque de forma encubierta». En su opinión, «en el acto de la rúbrica solo se hizo una puesta en escena más después del acuerdo al que llegaron en mayo de 2007».

Los andalucistas cuentan en Puerto Real con cuatro ediles, frente a 1 el PP y otro Los Verdes.

Peinado dijo que «el pacto es una compraventa de sillones, sueldos y coches oficiales». Apuntó que «Mosquera se ha cavado su propia tumba ».

Por su parte, el vicesecretario general del PSOE de Cádiz, Federico Pérez Peralta, replicó ayer a las críticas efectuadas por el PP contra el pacto suscrito en Puerto Real entre IU y PSOE alegando que «no pueden dar lecciones de moral cuando se ha conocido esta misma semana que el PP ha comprado con la concejalía de Bienestar Social a la edil expedientada por el PSOE, Rosa Macías, que se abstuvo en el pleno donde se elegía nuevo alcalde en San Roque».