Asegurar la paz

a detención de tres hombres por el asesinato de dos soldados en Massereenee y los interrogatorios a otros tres por el atentado que costó la vida a un policía católico en Craigavon certifican la voluntad de la Policía y de los dirigentes políticos garantes del proceso de paz en Irlanda del Norte de evitar que el rebrote del terror y la sombra de impunidad que pudiera suscitar pongan en peligro la trabajosa distensión en Ulster. El resurgir de las facciones escindidas del IRA desarmado y las irreparables consecuencias de sus acciones han constituido una prueba lo suficientemente grave como para precisar una respuesta inequívoca tanto en el terreno policial, como en el institucional. Respuesta que se ha producido con los arrestos y con movimientos partidarios tan rotundos como la condena de Sinn Fein y la presencia de varios de sus miembros, por primera vez, en el funeral por un policía asesinado.