SECUN DE LA ROSA

«Tengo alma de cómico, pero no de humorista»

El actor compagina su papel del hermano gay de Mauricio en 'Aída' con su participación en 'Saturday Night Live'

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Secun de la Rosa es un hombre polifacético y muy vitalista. Detrás de Toni, el gay gozoso de Aída, y del cómico del espectáculo Saturday Night Live, hay un actor con notable carrera teatral que también ha dirigido montajes y escrito más de una obra -ahora ultima La parte del Sol-. La popularidad le ha llegado a través de la pequeña pantalla, pero el cine también le llama. Después de participar en Casual Day, el director de esta cinta, Max Lemcke, le ha escogido para su próxima película, Cinco metros cuadrados. El trabajo se le acumula. Este verano representará en Mérida una tragedia griega de Plauto, Los gemelos, y ahora sortea como puede el absorbente trabajo de la televisión para escribir el guión de la gala de los Premios Max de teatro.

-Saturday Night Live es una apuesta muy fuerte por el humor en pleno horario estelar.

-Fuerte y genuina porque son sketches actorales. El esfuerzo está en eso, que no es un humor en el que tengamos que reírnos de imitaciones de la duquesa de Alba o de Paquirrín, sino de situaciones cómicas donde el actor tiene que crear el personaje. Es hacer teatro en vivo. Hay un humor soterrado y muy gamberro que va dirigido a gente con sentido del humor y con ganas de ver algo diferente.

-¿Cómo ve el humor en televisión?

-Hay de todo, pero faltan espacios de comedia, programas en vivo. Vivimos tiempos en que se estandarizan los monólogos y cualquiera se aprende un texto de dos folios, lo suelta y ya es un monologuista de comedia. Se explora poco, no se arriesga. Al trabajar en Saturday me he dado cuenta de que durante veinte años los sketches de este programa estadounidense han sido copiados a saco por la televisión española.

«No sé imitar a famosos»

-¿Se considera un cómico?

-Me gusta mucho esa palabra que nos enlaza con esos cómicos antiguos que iban por los pueblos. Tengo alma de cómico, pero no de humorista, no me gusta ese calificativo porque implica hacer humor y yo soy actor; bueno, malo o regular. Lo de humorista se me queda grande porque no sé imitar a famosos, ni salir a contar una historia. Yo tengo que crear personajes.

-Pero en la televisión siempre se le ve en el perfil cómico.

-Claro, en la calle me conocen por Aída, pero también tengo la satisfacción de que algunas personas saben que hago teatro y cine. El hacer reír me ha salvado de muchas situaciones desde que estaba en la escuela, en la que era el gracioso de la clase, aunque lo hiciera para no contar mis penas.

-¿El humor es más necesario ahora en tiempos de crisis?

-Siempre es necesario. Desconfío de las personas que no tienen sentido del humor.

-En Aída es el hermano homosexual de Mauricio. Son pocas las series tanto en España como en Estados Unidos que no tengan un personaje gay.

-En Aída hay dos: Fidel y Toni, que es graciosísimo. En la televisión se suele representar a gays a los que no se les nota. En este caso, Toni es un gay libre, que hace lo que le da la gana. Tiene mucha pluma, pero si vas a Chueca ves a montones como él. Un personaje que es un canto a la vida. Ni va a acabar mal, ni enfermo ni con ningún drama.

-¿Hay todavía prejuicios?

-En este caso los espectadores lo reciben muy bien. Por la calle no me tratan como Toni, pero me dicen que les hace mucha gracia. ¿Prejuicios? No sabría qué decirte. Ahora los gays tienen sus derechos, la situación social se ha tranquilizado, las cosas van cambiando, pero no sé si esta situación se ha normalizado del todo en el inconsciente colectivo.