INFORME. El director general de Funcas, Victorio Valle. / EFE
Economia

Las cajas abogan por aumentar los impuestos a las familias y reducirlos a las empresas

Funcas se pone en lo peor y prevé una caída del 3% del Producto Interior Bruto y que se superen los 4,5 millones de parados al final de este año

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En el momento más agudo de la crisis, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) propone dar un vuelco al sistema fiscal, para aplicar subidas a los impuestos que gravan el consumo y las rentas del trabajo, y reducciones a las cotizaciones y los beneficios empresariales. Sus expertos van más allá de las iniciativas del servicio de estudios del BBVA, que sugirió una rebaja de las cotizaciones de las compañías a compensar con el anuncio de una subida aplazada del IVA, a aplicar cuando se recupere el consumo.

Victorio Valle, director general de Funcas, defendió reformas de este calado con la vista puesta en la escalada del déficit público, en el acto en el que dio a conocer un nuevo y severo ajuste a la baja de las previsiones económicas. El Producto Interior Bruto español experimentará este año un retroceso del 3% en media anual y la cifra de parados superará de largo los 4,5 millones a finales del ejercicio. «Hasta bien entrado 2010 -vaticinó- no empezaremos a ver el inicio de una modesta recuperación».

Las instituciones privadas parecen embarcadas en una dramática carrera por agravar diagnósticos y expectativas. La última revisión de Funcas, que data del mes de noviembre, cifraba el retroceso del PIB de 2009 en el 1,5% y la actualización duplica esa tasa, e incluso se sitúa dos décimas por debajo de la realizada por el servicio de estudios del BBVA, la más sombría realizada hasta la fecha.

Atravesamos un periodo negro, el más oscuro de la historia económica de España si se excluye la Guerra Civil, observó Valle, para quien a la fortísima caída del cuarto trimestre de 2008 ha seguido un igualmente negativo primer trimestre de este año, y no cabe depositar grandes esperanzas en el segundo. El ligero alivio que experimentará la producción en la última mitad del año no arreglará la situación del mercado laboral. La cifra de parados aumentará en un millón en media anual y la tasa de desempleo podría rozar el 19% al término del ejercicio.

El mercado de trabajo

La máxima gravedad que encierra esta crisis es su repercusión en el mercado de trabajo, insistió. Hasta el punto de que en 2010, cuando el PIB enfile una nueva trayectoria de crecimiento -aunque, en media anual, aún registrará una caída del 0,5%- se perderá otro medio millón adicional de puestos de trabajo, y la tasa de desempleo llegará a superar el 20% a finales de ese año.

Desde Bruselas, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, restó importancia a estas proyecciones. El Ejecutivo mantiene que el Producto Interior Bruto registrará un retroceso medio del 1,6% y la tasa de paro registrará una media anual del 15,9%. El de Funcas «es un informe más», y otros analistas económicos aportan previsiones diferentes, recordó el responsable económico. Solbes evocó los inconvenientes que puede presentar aumentar el IVA en momentos de retracción del consumo, y puso como ejemplo la evolución registrada en 1994.

El director general de Funcas, y el economista Angel Laborda justificaron la drástica y rápida corrección de las previsiones en que el ajuste del gasto interno de la economía española se está produciendo a ritmos mucho más fuertes de lo inicialmente estimado. La restricción crediticia y el empeoramiento de las expectativas internacionales han conducido a una brutal caída de la inversión y a la drástica contracción del consumo de los hogares. «La recesión no está respetando a nadie», argumentaron.

La única 'cara amable' de la crisis es la forzada rebaja del déficit exterior. Tras rozar una cifra equivalente al 10% del Producto Interior Bruto, los números rojos del saldo de la economía española con el resto del mundo van a reducirse hasta la mitad de esa proporción.

En contrapartida, la cuenta de las administraciones públicas, que llegó a presentar un superávit del 2,2% del PIB en 2007, arrojará un déficit del 7,4% este año y del 9,3% en 2010. Ante estas proyecciones, Victorio Valle abogó por trazar un plan de recuperación del equilibrio futuro, basado en una reforma fiscal de gran calado. «El margen de maniobra que proporcionan los actuales ingresos es prácticamente nulo, pero no es un problema de estos tiempos de crisis: lo que ocurre es que el sistema tributario presenta una brecha estructural de dos puntos de PIB, porque la recaudación por los impuestos normales ya no da para cubrir unos gastos que van a seguir aumentando a fuerte ritmo», aseguró.

Compromiso

En detalle, instó al Gobierno a comprometerse con una subida del Impuesto sobre el Valor Añadido hasta niveles semejantes a la media de la Unión Europea. Defendió una rebaja del Impuesto de Sociedades que grava las ganancias empresariales y la aplicación de una nueva tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con aumento del tipo medio y recorte de los marginales

Consciente de la impopularidad de su propuesta, el director general de Funcas defendió la rebaja de las cotizaciones empresariales y el aumento de las que pagan los trabajadores a la Seguridad Social. Y se apuntó a las tesis del gobernador del Banco de España, que insta una reflexión para reformar el mercado de trabajo con adopción de las fórmulas que aplican otros países europeos. «Se trata de evitar que todo el peso del ajuste recaiga sobre las empresas», concluyó.