Ruth y Elliot Handlers, los fundadores de Mattel y creadores de la muñeca más famosa del mundo. / Mattel
50 aniversario

De niña, a mujer madura

Hoy cumple 50 años y podría decirse que el tiempo no ha pasado por ella; de hecho, muestra mejor aspecto ahora que aquella mañana de marzo de 1959 en la que Ruth Handlers la engendró. Ella es la Barbie

MADRID Actualizado: Guardar
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Ha sido vestida por los mejores: Yves Saint-Laurent, Balenciaga, Carolina Herrera, Christian Dior, Oscar de la Renta, Giorgio Armani, Gucci y Givench, entre otros muchos. Ha sido cirujana, astronauta, diplomática en una cumbre política, jugadora de la NBA y piloto (pilota, que diría Aído) de Formula 1. Ha tenido 43 mascotas: 21 perros, 14 caballos, 3 ponies, 6 gatos, un loro, un chimpancé, un cachorro de león, una jirafa y una cebra. Es de Wisconsin, y fue a clase en el Instituto Willows. Con dos años se echó novio (actualmente son amigos, aunque a él le gustaría volver con ella) y hasta los 44 no conoció a sus abuelos. En Youtube hay más de 1.000 vídeos sobre ella, más de 300 páginas en Facebook dan cuenta de sus avatares y su web oficial registra 14 millones de visitas mensuales que duran una media de 42 minutos.

No. No es Paris Hilton, aunque la mayor de la saga hotelera ha tratado de emularla desde que se convirtió inexplicablemente en una celebridad. La mujer que nos ocupa es algo mayor. Hoy celebra su 50 cumpleaños y podría decirse que el tiempo no ha pasado por ella. De hecho, muestra mejor aspecto ahora que aquella mañana de marzo de 1959 en la que Ruth Handlers la engendró. No es un ser humano, pero la legión de profesionales que trabaja para ella en todo el mundo, así como sus clientes, hablan de su espíritu, su estilo y de los valores que difunde su way of life. Ella es Barbie, una de las 20 marcas mundiales más valoradas, y la primera del sector juguetero.

Una tarde de finales de los cincuenta, Barbie, la hija de los Handlers, se encontraba en casa jugando con su colección de muñecas de cartón recortable cuando a su madre, Ruth, cofundadora junto a su marido Elliot de una pequeña empresa de juguetes denominada Mattel, se le ocurrió la idea de fabricar una muñeca de plástico, de unos 30 centímetros, con una edad indefinida entre los 16 y los 20 años, y a la que las niñas pudieran vestir, peinar y transformar.

Su presentación oficial en sociedad tuvo lugar en la Feria Anual del Juguete de Nueva York de 1959 y la respuesta del mercado fue tan espectacular que la empresa tuvo problemas para abastecer una demanda que superaba todos los cálculos. A partir de ese momento la fama de Barbie se propagó por todo el mundo y no ha dejado de crecer hasta convertirse en la muñeca más vendida del planeta, con una popularidad que trascendió el objetivo original hasta convertirse en un fenómeno sociológico.

A pesar de que en la época en que nació la muñeca las mujeres norteamericanas no podían aspirar a dominar territorios más lejanos que hasta donde se extendía la cocina de cada hogar, su creadora asegura que “Barbie siempre ha representado una mujer con poder de elección. Incluso en sus primeros años, Barbie no tuvo que establecerse como novia de Ken o como compradora empedernida”. Una vida, como todo lo que rodea a este juguete, de fantasía.