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Como si jugaran a la lotería
Unos 1.700 candidatos optaron ayer, en dos facultades de Cádiz, a una sola plaza fija de celador y otra de celador-conductor que oferta el Servicio Andaluz de Salud
Actualizado: GuardarLas agujas del reloj marcan las nueve y media de la mañana y centenares de aspirantes, tras identificarse, aguardan sentados en el aula para hacer el examen. Los nervios están a flor de piel y los minutos se hacen eternos (la prueba empieza a las diez). «Es la primera vez que me presento, necesito una plaza fija en el SAS para tener mayor tranquilidad laboral, especialmente porque tengo dos hijos», explica Elvira Cordero Vázquez, de 35 años.
El reto era complejo. Matemáticamente, casi imposible, como si fuera un sorteo de lotería. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) examinó ayer en Cádiz a 1.675 profesionales que aspiran a una sola plaza fija en el SAS en las categorías de celador y celador-conductor. En concreto, 1.166 personas se examinaron en la categoría de celador y 509 en la de celador-conductor. En toda Andalucía, se presentaron 15.569 profesionales (11.324 en la primera categoría y 4.245 en la segunda).
Detrás, José Antonio Beltrán Merino, no para de comerse las uñas. «Estoy ansioso por empezar a dar la prueba. Llevo esperando este momento más de un año, cuando empecé a prepararme. He venido repasando los apuntes hasta en el autobús, pero ahora estoy con la mente en blanco», comenta con preocupación.
La mayoría de candidatos superan los 30 años y son hombres. «Conseguir una plaza supone ser fijo, algo importante en estos tiempos de crisis económica que corren», señala Juan Revilla Castro, de 55 años, sin apartar la vista del montón de cuestionarios que están colocados en la mesa del profesor. Pero no todos tienen ese optimismo. Miguel Gómez Crespo, asegura que es «muy difícil lograr una plaza teniendo en cuenta que se presentan cerca de 16.000 personas en toda Andalucía».
Los candidatos están colocados en los pupitres «separados» con el objeto que «no puedan copiar», según uno de los responsables. Son las diez y los exámenes empiezan a repartirse; ha llegado la hora de la verdad.
En ocho provincias
El examen se realizó de manera simultánea en las ocho provincias andaluzas, comenzó a las diez de la mañana y concluyó a las tres de la tarde.
La primera prueba consistió en un cuestionario de 105 preguntas teóricas con cuatro respuestas alternativas. El segundo examen se basó en un supuesto práctico, a elegir entre tres, sobre el que los candidatos a celadores tuvieron que contestar a un cuestionario tipo test con 55 preguntas y cuadro respuestas alternativas. Por último, se llevó a cabo la prueba por la que se evalúa sus competencias profesionales.
Una vez superada esta fase de oposición, la fase de concurso valorará la experiencia profesional, el expediente académico, la formación especializada, entre otros méritos de los aspirantes.
En Cádiz, las pruebas se celebraron en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y en la Facultad de Ciencias del Trabajo para la categoría de celador.
La Facultad de Filosofía y Letras, en cambio, acogió las de celadores-conductores.