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España propone al G-20 la extensión de su modelo de control a la banca mundial
El Gobierno quiere sacar pecho en la próxima cumbre del G-20 y poner en valor los instrumentos de control financiero utilizados en España en tiempos de bonanza, que han evitado -hasta hoy- colapsos bancarios como los ocurridos en otros países nada más estallar la crisis. José Luis Rodríguez Zapatero propondrá instaurar a nivel global un sistema contracíclico de provisiones que obligue a la banca a acumular en años de crecimiento reservas con las que afrontar los riesgos contraídos cuando lleguen las vacas flacas.
Actualizado: GuardarCon esta medida pretende evitar que, en momentos de incertidumbre como el actual, las entidades traten de reducir riesgos a costa de cerrar el grifo del crédito a prestatarios solventes, comportamiento que estrangula aún más la economía. La idea forma parte de un decálogo de propuestas que el Ejecutivo envió hace unos días al G-20 para preparar la reunión de Londres del 1 y 2 de abril. En un contexto de crisis, este foro que agrupa a los países más ricos y a las principales economías emergentes, abordará en la capital británica la reforma de las finanzas y buscará fórmulas para transmitir seguridad y fomentar la credibilidad del sistema.
El Gobierno detalla que las actuales dificultades son fruto de la «ineficiencia masiva» de los bancos en años pasados a la hora de asignar crédito, pues «infravaloraron» los riesgos y se dejaron llevar por la abundancia, el bajo coste y las presiones para generar ingresos. Ahora, con el aumento de la incertidumbre, las entidades «podrían dejar de conceder crédito», señala. El Ejecutivo ve excesivo ese acompasamiento del sector con el ciclo económico. Para mitigarlo, plantea que los marcos regulatorios incentiven a los bancos para que extremen las precauciones en sus análisis de riesgo y asignen el crédito de forma más eficiente en cada momento.
El documento remitido por La Moncloa al G-20 explica que el sistema de provisiones en tiempos de crecimiento hará que los beneficios de los bancos, sus dividendos y las primas que pagan a los gestores sean menores y más acordes con los riesgos reales que asumen. Esa dotación de fondos, subraya, «deberá ser totalmente transparente» para que los inversores puedan discernir si las entidades han cubierto el aumento del riesgo.
Transparencia
El Gobierno también quiere un mercado financiero mejor regulado y más transparente, y pide que las autoridades tengan acceso a toda la información relevante sobre las instituciones, mercados e infraestructuras del sistema. En concreto, quiere establecer requisitos obligatorios de información sobre fondos de alto riesgo y registros de transacciones en los mercados extrabursátiles, incluidos los interbancarios.
La propuesta gubernamental no sólo pone el foco en los defectos estructurales del sistema. También se ocupa de algunas malas prácticas que han contribuido al hundimiento de la economía. Así, subraya que los activos de las entidades y sus beneficios «se han sobrevalorado» en los últimos años, y el reciente ajuste de su capitalización ha sido un duro golpe para los inversores. Por ello, sugiere «un perfeccionamiento» en la aplicación de las reglas de contabilidad, para que queden mejor reflejados los riesgos en las valoraciones, y para que los inversores tengan información «exacta y fiable». España aboga también por reforzar los recursos del FMI para proteger su papel como prestamista de última instancia. Además, quiere dotarlo de nuevas atribuciones y convertirlo en un organismo de «alerta temprana» frente a las crisis.
También la Comisión Europea dio a conocer ayer las propuestas de reforma que llevará a la cita de Londres. Destaca el refuerzo de la supervisión de las instituciones y los mercados de valores, que el presidente Durao Barroso pretende que entren en vigor en el año 2010. Se creará una institución liderada por el presidente del Banco Central Europeo que deberá advertir al sistema financiero de cualquier debilidad detectada.