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Un grupo de 17 trabajadores de la firma Barcons se declara en huelga de hambre
La última nómina la cobraron en septiembre, el propietario da largas, las instalaciones están embargadas por la Seguridad Social y ya no hay maquinaria
Actualizado: GuardarLa plantilla de Barcons ha llegado a un punto en el que comienzan a plantearse la adopción de medidas desesperadas. Ante la falta de una solución inmediata a su situación, un grupo de 17 trabajadores de esta empresa decidió declararse en huelga de hambre en el día de ayer. Pasado el mediodía se plantaron en la entrada de la Delegación Provincial de Empleo de la Junta de Andalucía, donde aguantan sin ingerir más que agua.
Los 150 trabajadores de esta empresa portuense dedicada a la fabricación de moldes de estructuras de hormigón para construir casas prefabricadas se encuentran en la actualidad en un limbo laboral. La última nómina que cobraron data de septiembre de 2008; la compañía les adeuda 360.000 euros; a fin de noviembre pasado acordaron un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta fin de febrero; uno de los puntos estipulaba que si a fin de enero no se satisfacía la deuda con los empleados, los activos de la empresa pasarían a ser propiedad de los empleados; el 20 de enero, la Seguridad Social embargó las instalaciones de la compañía por una deuda contraída por ésta y que asciende a un millón de euros, según el comité de empresa; el delegado de Empleo, Juan Bouza, asegura que ha trasladado a la Fiscalía los incumplimientos de la empresa para que actúe por la vía penal; y, por último, el expediente temporal se ha agotado, la plantilla acude a su puesto cada día desde el lunes, pero todo sigue precintado. En el día de ayer se encontraron la fábrica con las puertas y la maquinaria desaparecida. Desde entonces, están en huelga de hambre. Ha llegado la hora de volver al tajo, pero allí no hay nadie. Y, desde ayer, ni tan siquiera maquinaria. Los 150 trabajadores de Barcons deberían estar en su puesto tras la conclusión del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), pero las instalaciones están precintadas y embargadas por impago a la Seguridad Social. Acabado el ERTE, dejan de cobrar las prestaciones por desempleo; pero, sin trabajo que hacer y el propietario sin aparecer y repitiendo hasta la saciedad que cobrarán en 15 días, seguirán sin cobrar la nómina, aunque siguen de alta en la Seguridad Social como asalariados. La única solución que les da la Consejería de Empleo es que realicen una autoextinción de empleo para poder volver a cobrar el paro. Pero el primer pago no se realiza hasta dos meses después de la inscripción como demandante de empleo y los trabajadores aseguran que el delegado provincial, Juan Bouza, les prometió que les agilizaría el trámite. «Si lo que quiere la Junta es que 17 trabajadores se mueran de hambre delante de la Delegación, pues eso es lo que va a tener», aseguró el presidente del comité de empresa, Javier Maestre. La plantilla se queja de que ellos son los únicos que han cumplido lo pactado en el expediente de regulación y que ni la empresa ni la Administración dan cumplimiento a los compromisos que adquirieron con ellos. Con la situación en la que se encuentra la empresa ya sólo piden la agilización en el cobro del paro y que la Justicia caiga sobre los propietarios.