PINCHITO MORUNO

La cabra

En la Sierra de Cádiz hay ya una cabra que es más famosa que la de la legión. La cabra payoya se ha convertido en toda una estrella. El animal, que estaba tan tranquilo pastando allá por Villaluenga, ha visto cómo ahora sale ya en todas las fotos y se habla de él como la gallina de los huevos de oro, pero en versión ovina y cambiando los huevos por la leche.

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Villaluenga celebra este fin de semana la Primera Feria del Queso Artesano de la Sierra, todo un acontecimiento y un evento que se venía demandando porque es necesario hacer rentable el esfuerzo realizado por un grupo de empresarios de la zona que ha logrado, de la nada, montar todo un referente no sólo en España sino a nivel internacional. En los almacenes Harrod´s de Londres que es como El Corte Inglés de España, pero mucho más fino, se puede ya encontrar el queso payoyo de Villaluenga, junto a las exquisiteces más molonas del mundo como el caviar iraní o el champán con las burbujitas más doradas. Por cierto que no sólo el Payoyo está en Harrod`s. Hace muy poquito se le ha unido otro estándarte de la provincia, el fino Quinta de Osborne, ya que esta firma portuense ha abierto en este privilegiado espacio uno de sus mesones 5 J donde se degusta jamón de Huelva y fino de El Puerto, combinación más que de 5 J, de cinco vienas recién salidos de horno, porque yo no sé si ustedes coincidirán conmigo pero no hay cosa más placentera en el mundo que un bocadillo de jamón, de esos que lo muerdes y te cruje el pan en la boca... me callo que me pierdo. A mí cada vez que escucho a los chuflas estos que todos conocemos que aquí en el Sur no se hace nada, sólo rascarse la barriga, pienso en lo injustos que son porque este fenómeno, el de los quesos de la Sierra de Cádiz, salió gracias a la iniciativa privada de gente de la zona, es verdad que contaron con apoyos de la administración, que para eso está, pero la iniciativa fue suya

Ahora que los quesos de la Sierra se han convertido en una de las más potentes y prometedoras industrias de esta zona de la provincia es hora de acordarse de los hermanos Ramón y Miguel Ángel Gago, premiados esta semana por la Junta de Andalucía, que en 1986 crearon la primera quesería artesanal en El Bosque, allá en la parte alta del pueblo donde hacía un frío que pelaba y donde hicieron sus primeros pinitos.

Luego vendría toda una revolución con los payoyos de Villaluenga, los empresarios Carlos Ríos y Andrés Piña, que han convertido su producto en el queso más premiado del mundo. Ellos también recibieron esta semana este reconocimiento. Estos dos serranos han logrado no sólo el éxito personal sino lograr que un pueblo, Villaluenga, quizás condenado en otras circunstancias, a quedarse en nada, haya incluso subido de población y hoy cuente hasta con tres queserías artesanales y haya convertido el mundo del queso en su principal baluarte económico.

Pero sería injusto en todo este proceso que se ha vivido en la Sierra de Cádiz no destacar también el trabajo realizado en la consecución de todos estos proyectos por dos técnicos de la Junta de Andalucía. Rosa Mellado, una especialista que ha estado asesorando a todas estas queserías y también a otro exitosa de Alcalá de los Gazules, la de Jorge Puerto. Parte de este éxito también se debe, a mi juicio, a ella, y también al de Miguel Angel Torres, responsable del Grupo de Desarrollo Rural de la Sierra de Cádiz y que también ha apoyado todas estas iniciativas.

La Sierra de Cádiz está de enhorabuena. La feria del queso convocará, seguro, a mucha gente, y Villaluenga, una de las poblaciones más bonitas de la Sierra, inaugurará un museo del queso para reivindicar, de alguna manera, su potencial. Es una suerte que poco a poco nos vayamos dando cuenta del potencial gastronómico de la provincia. Este es el camino y seguro que dentro de unos años veremos los frutos. Ponme otro pedacito de queso, Juanluí y córtalo más grande, que eres más agarrao que el tornillo de un barco de Astilleros.