Todos contra todos
Ésa es la sensación que me ha producido leer el informe realizado por el Grupo Universitario de Investigación Social de Jerez sobre los adolescentes y sus problemas. Una de las conclusiones de este estudio es que uno de cada tres chavales que sufre violencia en el entorno escolar, se toma venganza -podríamos decir- proyectando toda esa ira y rabia que debe sentir maltratando a otros. Todos contra todos.
Actualizado: GuardarLo malo es que la cadena continúa y, a este paso, en unos años no van a quedar muchos estudiantes que puedan afirmar no haber sufrido violencia escolar. Hasta el otro día como quien dice, estas cosas solamente eran producto de la crueldad de la edad, hoy es un problema social que cada día va tomando más cuerpo hasta que llegará a convertirse en un monstruo propio de las pesadillas. No es cuestión de ser alarmista pero hay veces que los jóvenes más viejunos -aunque parezca contradictorio- nos ponemos en plan abuelete y decimos: «En los tiempos de Heidi y Pedro no pasaban estas cosas».
Siguiendo con este estudio, imagino que el hecho de que nuestros adolescentes vean la televisión una media de 2,7 horas cada día no tiene que ser nada positivo al igual que la circunstancia de que la mitad de ellos hayan bebido alcohol o lo que es más grave, que no tengan dificultades en agenciarse unos cubatas. Ojo, que tanto puede haber de bueno en cierta televisión como en un libro pero es que no creo que estos chicos vean los documentales de La 2 más que para dormir la siesta al llegar del instituto. A esas edades la mayoría queremos crecer antes que los demás con todo lo que eso implica: recogernos más tarde y presumir de borracheras, aunque sean ficticias. Precisamente es eso, el crecer, lo que todo -o casi- lo cura. vmontero@lavozdigital.es