Juana Martín personaliza la moda vintage y fusiona estilos para lograr una armonía entre el clasicismo y la vanguardia./ Efe
semana de la moda de madrid

El color y la osadía se apoderan de Cibeles

Propuestas distintas, divertidas y un look mucho más juvenil destacan en la última jornada de la Pasarela

MADRID Actualizado: Guardar
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Cibeles Madrid Fashion Week ha echado el cierre con propuestas distintas, divertidas y un look mucho más juvenil que el mostrado por los diseñadores españoles los días precedentes. El Delgado Buil ha estrenado la jornada con su fiel estilo de combinar elementos aparentemente imposibles, como el pelo de conejo o las pieles naturales con lanas, ojales metálicos y lazos de terciopelo. En la 'Super Furry Animals', los diseños oversize de anteriores ediciones dan el relevo a jerséis y chaquetas cortas de lanas de mohair, angora y merino tejidas con forma de escamas, y abrigos amplios con cuerdas trenzadas, elemento también utilizado en sus jerséis y pantalones. Atrevida es también la gama de colores utilizada por la firma con el rosa coral y el verde agua marina como protagonistas.

Krizia Robustella ha puesto la nota simpática, al invitar a sus modelos -que han salido a desfilar a ritmo de rap- a un dominical pic-nic, al que acuden con divertidos minivestidos combinados con medias de liguero, prendas vaqueras, desenfadados gabanes con grandes capuchas, chaquetones de piel y embutidos pantalones pitillo. Las inscripciones de "dominguero" o "birra" de sus camisetas y sudaderas ponen la nota alegre de la colección, junto con complementos como gorros de piel o bolsos en los que las modelos llevaban todo lo necesario para la cita campestre.

Toni Francesc, nueva incorporación de Cibeles, ha recreado una atmósfera invernal con mucha niebla y fuerte viento sobre la pasarela para mostrar su 'Contemplación', una colección en la que juega con la ambigüedad de las prendas. Abrigos de largos asimétricos, vestidos con sobrefaldas y grandes cuellos fruncidos se combinan en tejidos vanguardistas de tela plastificada y un paleta de colores inspirada en paisajes nocturnos.

Los 'bandoleros' toman Cibeles

Mucho menos seria se ha presentado por primera vez en la semana de la moda española María Barros, quien con 'Loïe' ha querido homenajear a la bailarina americana LoÏe Fuller, exponente del Art Nouveau, con prendas en tonos pastel que contrastan con tonos eléctricos como el oro y el azul, inspiradas en la naturaleza. Chaquetas en terciopelo violeta, botas naranjas planas y altísimos zapatos adornados con plumas de faisán, que hicieron perder el equilibrio a alguna modelo, se combinan con detalles de mariposas y hadas en vestidos de gasas y sedas que logran una colección original y distinta.

Las gasas han dado paso a los 'bandoleros'. Así llama a su nueva colección la firma Nicolás Vaudelet para El Caballo, en la que rememora a esa época pasada con ropas superpuestas, pañuelos en la cabeza y mantas sobre los hombros. Los vestidos, las chaquetas de ante y el típico traje cordobés toman forma en tejidos naturales como el nylon, la viscosa, el rayón y la seda, la piel y el pelo y colores que se camuflan bien en la sierra: tierra, arena, quemado o mostaza, salpicados con motas de oro, berenjena y ceniza.

Ha cerrado la sesión matinal la mirada al pasado renovada de Juana Martín, quien personaliza la moda vintage y fusiona estilos para lograr una armonía entre el clasicismo y la vanguardia, con formas geométricas muy femeninas y colores oscuros como el azul marino y el negro.

El 'bandolero' de Caballo

El relevo lo han tomado por la tarde los jóvenes, y no tan jóvenes, que han puesto su toque de diversidad Entre ellos, Carlos Díez que, a pesar de que ya lleva presentadas diez colecciones en Cibeles, siempre sorprende en la pasarela y busca no reinterpretarse a si mismo. En un juego con su apellido y con el número de ediciones que lleva participando, ha llamado a su colección '10'. Formada por tres líneas claramente diferenciadas, el diseñador, que es de los que para su trabajo no recibe ningún tipo de subvención, ha apostado por un estampado de camuflaje que ha llevado a prendas unisex, con plisados en diferentes medidas y calidades, acompañadas por piezas hechas con neopreno en una combinación entre lo militar y el surf.

Las dos colecciones de hombre han llegado de la mano de Jan iú Més y de Josep Abril. Ambas muy diferentes, la primera es en negro total, con brillos y tejidos tecnológicos, en la que, frente a unas condiciones un poco del submundo, el hombre intenta protegerse y abrigarse. La otra, la de Josep Abril, opta por un sport muy urbano, con cálidos tejidos en gris, marino y algo verde, y acolchados en piel. Los pantalones son pitillo y tobilleros, o muy amplios y largos. Colección muy cómoda para hombres de todas las edades.

De lo masculino, vuelta de nuevo a lo femenino. A la 'Mujer oculta' de la veterana Sita Murt que sobre esta idea ha construido una colección que envuelve a la mujer en grandes y largas capas, forradas con lentejuelas mate. Grandes volúmenes en las mangas, amplios trajes largos de pequeños cuerpos o con grandes escotes en la espalda, la diseñadora ha trabajado volantes asimétricos, sedas plastificadas y angoras para que parezca piel en cálidos jerséis de mangas mariposa, mientras que los abrigos son largos, con capuchas y grandes cinturones. La paleta de colores es suave con grises, azules, marrones y beige.

La 'intriga' de Murt ha dejado paso al 'caos y orden' de Anke Schlöder que ha avanzado en su estilo, volviéndose más urbana y comercial con toques no muy habituales en ella, como la mujer de aires galácticos. Los vestidos son muy cortos, rectos en su mayoría, y muy trabajados con tiras en el escote.