Barack Obama trata con mimo a Canadá en su primer viaje oficial al extranjero
Fue una visita que duró apenas seis horas. Obama, abrumadoramente apoyado por los canadienses, tenía que tranquilizar ayer al Gobierno de Ottawa sobre sus intenciones de revisar el Tratado de Libre Comercio para proteger la industria estadounidense, un asunto aireado durante la campaña electoral que podría afectar a la intensa actividad económica entre ambos países.
Actualizado: GuardarPor eso el presidente estadounidense optó por no cuestionar los principios que rigen el tratado y dedicó sus esfuerzos a persuadir a su homólogo canadiense de trabajar juntos para luchar contra la crisis. Se mostró confiado de que su plan de estímulo ayudará a la decaída industria del automóvil de Detroit y con ello a las provincias canadienses que dependen de este sector.
El presidente norteamericano aprovechó, además, esta ocasión para agradecer el compromiso de Ottawa en la alianza internacional desplegada en Afganistán, donde EE UU acaba de aprobar el envío de 17.000 nuevos soldados y donde se considera esencial la continuidad de su vecino del norte.
