En la imagen, Roberto Calderoli./ lastampa.it
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Un ministro italiano aboga por la castración química para los violadores de menores de edad

La reacción de Roberto Calderoli llega después de la alarma social que han generado en Italia tres brutales violaciones perpetradas este fin de semana

ROMA Actualizado: Guardar
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El ministro italiano para la Simplificación Legislativa, Roberto Calderoli, apuesta por la castración quirúrgica de los violadores de menores de edad, según afirma en una entrevista que publica el diario turinés La Stampa. "Quizá sin llegar a la pena de muerte, pero a veces me planteo que quizá la castración química sea insuficiente", añade Calderoli.

"Cuando la víctima de la violencia es una niña de 14 años, creo que la castración química es poco. Cuando uno llega a violar a un niño, quizá no queda otra cosa que la castración quirúrgica. Ante ciertos casos no consigo pensar en la rehabilitación. La sociedad debe defenderse", asegura el ministro.

La reacción de Calderoli llega después de la alarma social que han generado en Italia tres violaciones perpetradas en Roma, Bolonia y Milán este fin de semana y tras las que el Gobierno ya ha anunciado la inmediata aprobación de nuevas medidas para aumentar la seguridad en las calles. (Véase ficha)

El fenómeno de las violaciones se suma la creciente preocupación por el incremento del racismo en el país, después de que el caso de la violación de Guidonia, próxima a Roma, conmocionara a Italia y llevara a algunos vecinos de la localidad a intentar linchar a los supuestos autores de la agresión, de nacionalidad rumana.

Propuestas del Gobierno

En este sentido, Calderoli, que pertenece al partido ultraderechista de la Liga Norte y suele mostrarse especialmente beligerante contra el fenómeno de la inmigración, no cree que sea una cuestión de racismo, sino de cifras, y por eso pide que se cierren las fronteras a los trabajadores que provengan de los nuevos miembros de la Unión Europea o de países extra-comunitarios.

"Estoy a favor de la suspensión de la circulación de los trabajadores extra-comunitarios o neo-comunitarios. Es evidente que, ante la caída de la actividad productiva, quien está en paro es más proclive a caer en comportamientos delictivos", dice el ministro en su entrevista a La Stampa. "Si después añadimos que para algunas culturas la violación o las agresiones no son graves, nos encontramos ante problemas de integración", agrega.