Regreso

El regreso del juego fluido y de la facilidad goleadora, que ha coincidido con la vuelta de Toedtli, ha devuelto las ilusiones a la afición amarilla y ha disipado las dudas que se cernían en una parte de la crítica deportiva. Algunos opinan que el comportamiento ejemplar de este profesional argentino durante todos los minutos que permanece en cada encuentro y en toda la extensión del césped constituye un factor dinamizador y una permanente llamada a la entrega de los demás compañeros; otros piensan que esta reacción positiva se debe, también, a las voces de protesta que se lanzaron en los últimos partidos; otros, finalmente, defienden que, teniendo en cuenta la debilidad del equipo isleño, no es prudente extraer conclusiones hasta comprobar el juego y el resultado del equipo en el partido frente al Melilla. Nosotros nos permitimos añadir que, además, hemos de valorar el papel decisivo que han desempeñado los tres jugadores que, en esta ocasión, han ocupado el centro del campo: gracias al brillante y eficaz trabajo desarrollado por Fragoso, Víctor Ormazábal e, incluso, por Fran Cortés, el equipo amarillo ha vuelto a ser, en esta ocasión, un conjunto equilibrado, armónico y compensado, que ha sabido leer de manera correcta la partitura que, previamente, había escrito Javi Gracia. Ésta es, a mi juicio, una de las claves que han hecho posible la eficacia goleadora de los delanteros y la diversión del público. No nos olvidamos, por supuesto, de la coordinación entre los dos dueños de la banda derecha: Cristian y Enrique. Éste es el momento propicio, también, para que mostremos nuestras esperanzas en los nuevos fichajes y nuestros deseos de que asimilen rápidamente las enseñanzas, y se dispongan a tapar los huecos que, presumiblemente, se irán produciendo en las jornadas venideras. Pero rogamos, por favor, que cuiden la espalda de Mariano Toedtli.