APOYO. Los jóvenes, junto con los monitores, en el aula . / S. S.
SAN FERNANDO

A la espera de nuevas ilusiones

Un proyecto destinado a adolescentes con problemas de adaptación queda paralizado por el retraso de la subvención de la Junta

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Sacar a los jóvenes de la calle e introducirlos en un mundo lleno de valores, amistad y solidaridad, es el fin con el que nació el proyecto Ilusiones, por el que se pretende evitar que los jóvenes caigan en la marginalidad. Durante el año 2008 se ha impartido en la Centro Cívico Eugenio Pérez Gener y por él han pasado una veintena de estudiantes isleños que, con perfiles comunes, han podido optar a participar en esta experiencia socioeducativa. Sin embargo, entrado ya el mes de febrero aún se desconoce si estos jóvenes podrán volver a formar parte de este proyecto porque aún no han recibido la aprobación ni la subvención de la Junta de Andalucía para que pueda volver a funcionar.

Apoyo continuo

El proyecto Ilusiones ha estado dirigido por dos educadores y dos monitores que han trabajado con los jóvenes isleños en horario de mañana y tarde. Desde las diez y media de la mañana hasta las siete de la tarde, los jóvenes tuvieron la posibilidad de realizar diferentes talleres como el de baile y el de compás y además organizaron un campamento a El Bosque. El apoyo y el cariño ofrecido por el personal de Ilusiones ha dado resultados inmediatos y el lazo creado quedó patente en los abrazos y las lágrimas del último día de vigencia del programa.

Las madres de los veinte jóvenes que han pasado por el centro cívico también mostraron una enorme satisfacción por el resultado obtenido y pidieron la prorroga de la actividad. «Mi hijo ha dado un cambio radical de comportamiento en el colegio, se ha quitado de la calle y aunque le costó entrar, ahora está muy ilusionado», explica una madre. La mayoría de los jóvenes residen en la zona de la Ardila, donde se encuentra el centro cívico lo que ha facilitado el cambio de hábitos de los jóvenes. Otra madre contaba que se enteró por una asistente social y aseguraba que «me alegro de haberlo hecho porque es increíble la ilusión que tiene mi hija cuando llega la hora de ir a los talleres, han hecho muchas amistades».

Madres y alumnos han mostrado su interés en que el Proyecto Ilusiones vuelva a repetirse y aseguran que han cambiado la calle por «la motivación, la amistad y valores más positivos que se reflejan en clase y en casa».

Por su parte la directora y educadora del equipo del proyecto, Rosario Badía explicó que «este proyecto no tenía que haberse parado, tendría que haberse prorrogado para poder seguir trabajando con los jóvenes y continuar con la formación y educación que les estamos ofreciendo». Una educación en la que también se incluyen los padres ya que se ofrecen charlas para mejorar la relaciones de padres e hijos. «Entre el trabajo con los padres, el colegio y el proyecto Ilusiones han aprendido muchas cosas».

El Centro Cívico ofrece ha sido la sede para el desarrollo de este programa sociales destinado a jóvenes en situación de dificultad social. La empresa Ilusiones planteo la iniciativa a la delegación de Servicios Sociales y a la Junta, y cada administración subvencionó el 50% de la inversión, un total de 42.000 euros. Ahora continúan en esperar de volver a repetirlo.