Chiclana se teme lo peor
El Ayuntamiento de Chiclana, en colaboración con la Junta de Andalucía, llevará a cabo en los próximos meses una campaña para dar a conocer las ventajas que a su juicio aportará el tranvía metropolitano al transporte público entre la localidad y Cádiz, pasando por San Fernando. Sin embargo, los comerciantes del municipio ya temen por sus negocios ante las consecuencias que han acarreado las obras en La Isla.
Actualizado: GuardarEsa publicidad servirá para tratar de convencer a los indecisos, o lo que es lo mismo, a aquellos vecinos, comerciantes y ciudadanos de a pie en general, que no confían en que merezca la pena soportar «tres o cuatro años de obras para subir en un tranvía».
El ejemplo de la vecina ciudad de San Fernando escama mucho a los comerciantes chiclaneros. Aunque salvando las distancias con la isleña calle Real, el tramo más complejo de cuantos discurrirán por suelo chiclanero (por su cercanía a los comercios y la masiva presencia de viviendas), será el de la calle Mendizábal y Alameda Solano. De momento la actuación no ha sorteado todas las reticencias de los comerciantes de ambas zonas, que continúan alarmados por las consecuencias que están suponiendo en La Isla los primeros trabajos de esta infraestructura.
Desde el establecimiento El Motorista y desde el garaje Ford San Antonio se ejemplifica a la perfección la preocupación que tienen actualmente quienes ven a diario «la congestión que se forma en esta calle» y apuntan «que cuando no pasen coches nadie sabe si vendrán los clientes».
Y es que por Mendizábal pasan a diario, según las últimas estimaciones oficiales, unos 12.000 vehículos, que a partir de ahora deberán desplazarse por otras vías. Las alternativas principales que ha planteado el actual Gobierno municipal es la habilitación de bolsas de aparcamientos disuasorias en las inmediaciones de la Venta Agustín o Huerta Mata, y el refuerzo de carreteras alternativas que eviten el paso de los coches por el centro, que no terminan de convencer a todos.