RIGOR. Además de los numerosos datos que aportan sus libros, la Biblioteca Osprey cuenta con las lujosas ilustraciones de Howard Gerrard, como la imagen superior, del primer volumen.
Cultura

La frontera ardiente

Los lectores de LA VOZ podrán comprar mañana el primer libro de la Biblioteca Osprey de la II Guerra Mundial, dedicado a la invasión de Polonia por 1,95 euros

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«La frontera está ardiendo», afirmó Goebbels en víspera de los comicios del 5 de marzo de 1933. El objetivo de esta proclamación era despertar con propósitos electorales las pasiones de la población alemana, indignada por el diktat de Versalles que en 1919 había concedido a Polonia la Posnania y la Alta Silesia, y que al dar al nuevo país independiente una salida al Báltico, había aislado a Prusia Oriental -cuna del imperio- del resto del Reich. Este es el relato que inaugura la serie sobre la II Guerra Mundial de la editorial Osprey y que los lectores podrán conseguir con el periódico por 1,95 euros la primera entrega, 9,95 las siguientes.

La noche del 5 de marzo del 33, la frontera ardió literalmente con miles de grandes hogueras que iluminaron el paso de una escuadrilla de la aún clandestina Luftwaffe, que atravesó el conflictivo Corredor rumbo a Königsberg, sellando simbólicamente la unidad de la nación. Al pasar por Dantzig, los aviones fueron ruidosamente saludados por la población germana, mayoritaria en la ciudad libre. Las tropas polacas fueron movilizadas parcialmente antes de dar marcha atrás gracias a la labor mediadora de la Sociedad de Naciones.

La estrategia de Hitler

Este incidente refleja la tirantez de relaciones que mantuvieron ambos países. Polonia se convirtió en escenario previsible del expansionismo preconizado por Hitler quien, tras anunciar el rearme en marzo de 1935, comenzó a eliminar las restricciones del Tratado de Versalles con la retirada alemana de la Sociedad de Naciones (octubre de 1934), la remilitarización de Renania (marzo de 1936), la proclamación del Eje Roma-Berlín (noviembre de 1936), la absorción de Austria (marzo de 1938), la obtención de los Sudetes checos tras los acuerdos de Munich (septiembre de 1938) y la imposición del protectorado a Bohemia y Moravia (marzo de 1939).

Cuando comenzó a interesarse por Polonia a inicios de 1939, el gobierno británico abandonó definitivamente su política de apaciguamiento y Chamberlain anunció su apoyo incondicional al país amenazado. La eficacia de esta ayuda dependía de la colaboración de franceses y rusos, pero los primeros, evocando la carnicería del frente occidental durante la Gran Guerra, se mostraban poco dispuestos a «mourir pour Dantzig», y los segundos habían abandonado definitivamente su confianza en las democracias occidentales después de que su propuesta de apoyo a Checoslovaquia hubiera sido rechazada el año anterior. La tensión se incrementó esa primavera con la entrega del puerto lituano de Memel al Reich, la victoria de Franco, la invasión italiana de Albania y el Pacto de Acero suscrito por Hitler y Mussolini el 22 de mayo.

Para contrarrestar estas iniciativas, británicos y franceses propusieron en abril a Moscú iniciar unas negociaciones que se eternizaron hasta que, en la segunda mitad de agosto, Molotov y Ribbentrop negociaron y firmaron a toda prisa un acuerdo de neutralidad, al tiempo que Stalin imponía un pacto similar al Japón, que acababa de ser derrotado en Nomunhan tras un conato de invasión de la Mongolia exterior. El pacto germano-soviético selló la suerte de Polonia, ya que, tras ver alejarse el fantasma de la guerra sostenida en dos frentes, Hitler estimó que la Wehrmacht obtendría una rápida victoria. Después de que los nazis se movilizaran en Dantzig y orquestaran su enésima provocación en la frontera, las tropas alemanas invadieron Polonia en la madrugada del 1 de septiembre. Aún el día anterior, Mussolini quiso repetir la mediación que en 1938 había desembocado en el pacto de Munich, pero Hitler recibió rechazó el ultimátum franco-británico que exigía la retirada de sus tropas, y el conflicto armado comenzó oficialmente el 3 de septiembre a las 11 horas.

La hoguera polaca acabó por extenderse al mundo entero en seis años de salvaje lucha por la supervivencia de las naciones.

La historia, en Osprey

Los lectores de LA VOZ podrán acceder a estos espisodios a partir de mañana domingo. La prestigiosa editorial británica Osprey ha elaborado una serie de volúmenes que, junto a un despliegue gráfico inigualable, ofrecen el relato del terror y el heroísmo del conflicto, desde la guerra relámpago que conquistó Polonia al desplazamiento de la ofensiva hacia el oeste, la entrada de Hitler en París (es inevitable recordar la voladura en cumplimiento de sus órdenes del vagón donde Alemania se había rendido en 1918), la extensión de la guerra a África, la temible Operación Barbarroja con el ataque a los soviéticos y la entrada de Estados Unidos en el conflicto con el ataque a Pearl Harbour en diciembre de 1941. Y aquello no había hecho más que empezar.