La fórmula de 'Gran Hermano' sigue triunfando 9 años después

Chalet individual. Amplio jardín, 3 habitaciones, cuadra, cocina, baño, almacén, jacuzzi y, cómo no, un lujoso confesionario. La casa de Gran Hermano 10 ya está vacía. Sus muebles de lujo y sus últimas tendencias son en estos momentos parte del pasado y, probablemente, unos nuevos habitantes pasarán a ocupar la vivienda que se construya en Guadalix de la Sierra en un futuro no muy lejano. Se acabaron, por tanto, las peleas entre Iván y el resto de los concursantes, el mal carácter de Almudena, los líos amorosos entre Orlando y Nani, las aparatosas caídas de Palomares, así como los cuidados al loro Ivanchu.

Pero Gran Hermano tiene ya mucho recorrido. Así, aquella emocionante final en la que un gaditano llamado Ismael se despedía de los telespectadores sobrevolando Madrid en helicóptero al son de No woman, no cry es ya parte de la historia. Las yoyas de Charlie, los insultos de Bea la legionaria, las acciones polémicas de Aída y las dotes de seducción del argentino Matías tampoco caerán en el olvido.

Rompió los pronósticos

Nueve años después de que diera comienzo la primera edición de Gran Hermano, la audiencia sigue siendo fiel a este reality que marcó un antes y un después en el panorama televisivo español. De este modo, una media de 3.720.000 espectadores han seguido esta última edición del programa presentado por Mercedes Milá, por lo que España se ha convertido en el primer y único país de Europa con diez entregas de este concurso a sus espaldas. «Las características socio-culturales del público español -abierto, sociable y curioso- han contribuido en que este programa triunfe en España, al contrario de lo que ha sucedido en el resto de los países en los que se ha emitido el formato», explica una portavoz de Telecinco.

El programa de telerrealidad por excelencia ha roto todos los pronósticos. A pesar de que desde su primera edición en 2000 su audiencia media ha caído en casi cinco millones de espectadores (de 8.703.000 a 3.729.000), la casa de Guadalix sigue siendo rentable y competitiva frente a la programación ofrecida por las demás cadenas. Así, puede luchar en las audiencias directamente con series de éxito como Los hombres de Paco, que el pasado año cerró la temporada con cuatro millones de espectadores, y con otros realities como Pekín Express, cuya audiencia máxima no llegó a alcanzar en ninguno de sus programas los tres millones. Con estos datos cabe predecir que queda Gran Hermano para rato.