¿Grietas en el Barça?

El Barça vive esta semana sus días más tormentosos de una temporada que estaba siendo extraordinariamente plácida. Samuel Eto'o, como sucedió en otros tiempos, ha originado una polémica en principio ya resuelta, pero la grieta se ha abierto y la estructura ya no es lo sólida que parecía: históricamente en el Camp Nou un problema nunca llega solo. El día siguiente de que el camerunés fuera expulsado de un entrenamiento por Pep Guardiola, el equipo dio su peor imagen de la temporada en el derbi copero en Montjuïc (0-0, primer partido sin marcar después de 28 viendo portería) y ayer, como en una película de terror azulgrana, ya se le preguntó a Xavi en la sala de prensa por las intenciones de Florentino Pérez de presentarse a las elecciones del Real Madrid con Leo Messi cogido de la mano como en su día hizo con Luis Figo.

«¿No fotem!» («¿No jodamos!»), le salió del alma al MVP de la pasada Eurocopa, quien luego reflexionó en voz alta: «El Barça es un club inteligente y no dejará escapar al mejor jugador del mundo». No es culpa de Eto'o que Messi sea el sueño de Florentino. Tampoco tiene responsabilidad en el hecho de que el Barça, sin muchos habituales, estuviera cerca de perder ante el Espanyol en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Pero la historia se repite en parte, como sucedió con aquellas explosivas declaraciones en Vilafranca del Penedès que significaron la cuesta abajo de la era Rijkaard. Todo comenzó el pasado martes en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí en el entrenamiento previo al Espanyol-Barça. Ocurrió a puerta cerrada, pero ha trascendido y se ha admitido. En los últimos compases de la sesión, Pep Guardiola llamó la atención del Pichichi de la Liga porque no estaba haciendo bien unos estiramientos, cuestión a la que el técnico azulgrana da una vital importancia. Eto'o contestó que sí los hacía de forma adecuada, pero el entrenador insistió en la crítica levantando la voz. !A mí mo me hables así!, fueron las últimas palabras de Eto'o antes de ser expulsado del entrenamiento por Guardiola y enviado a la ducha antes de tiempo.

«Son cosas que pasan y se quedan ahí. Samuel es un ejemplo por cómo se entrena y cómo se comporta», explicó Guardiola tras el Espanyol-Barça que el camerunés no jugó al ser reservado como la mayoría de titulares. No fue un castigo. Xavi también quiso frenar la polémica: «Sólo fue un calentón, no hay que darle más importancia».

Modélico hasta el martes

El comportamiento de Eto'o estaba siendo modélico hasta el martes. En el terreno de juego, con inspiración goleadora y una disciplina táctica total en la presión. Y fuera, donde sus declaraciones han sido siempre comedidas y conciliadoras. Sin embargo, en Barcelona se ha sospechado durante todo este tiempo que Eto'o no ha perdonado a los que le pusieron públicamente el cartel de descartado junto a Deco y Ronaldinho, un hecho que le dejó señalado como unos de los culpables del mal ambiente de las dos últimas temporadas.

El presidente, Joan Laporta, se desenamoró de su jugador preferido cuando se borró provocando una amarilla del clásico en el Bernabéu de la pasada temporada, el del pasillo. Y Guardiola prefería un 9 distinto tipo Adebayor (Arsenal) e incluso ya le había comentado personalmente a Henry que esta campaña jugaría de ariete y no por la izquierda, donde sigue el francés debido a que Eto'o convenció a Guardiola para quedarse tras una pretemporada en la que mostró su mejor actitud. Posiblemente, todo quede en una anécdota.