Opinion

Aquí se pide la hora, exacta

Visitamos la relojería de Paco Poyato en Lancería 7, un lugar donde además de ver pasar el tiempo se charla de fútbol

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En Jerez quien no ha pasado por la relojería de Paco Poyato una de dos: o no usa reloj o, si lo usa, le importa un comino llevarlo con diez minutos de retraso. Poyato es un clásico de la ciudad. Por sus manos han pasado millones de minutos mal configurados. Horas desacompasadas y segunderos que, por mucho que corran, llegan siempre tarde a la rayita del doce.

Estuvo más de treinta años en una casapuerta de la calle Larga, en un minúsculo taller donde era difícil entender que el tiempo pudiera vivir comprimido en un espacio tan reducido. Pero Poyato lo hacía posible. «Ahora tengo la tienda-taller aquí en Lancería 7», aclara nuestro relojero mientras deja apartado el monóculo.

En la tienda de Paco no para de entrar público. Conchi le acerca un reloj al que le tiene cierto cariño. «Confío en ti, Paco. A ver si es posible ponerlo como un Longines», afirma confiada. Más tarde aparece un señor. A tenor del fuego cruzado que se dirigen -en forma de bromas, por supuesto-, pensamos que se conocen. Y comienza la refriega dialéctica en torno al fútbol.

El señor nos enseña un escudo del Xerez que lleva colgado al cuello. Su particular Cristo de la Expiración es el escudo azulino. «No presumas tanto que me he enterado que te gusta el Industrial», comenta Paco. Mal de ojos. «Con eso no se juega», responde desafiante el señor.

Paco Poyato ha compaginado su labor como relojero con la de su afición al fútbol. Ha entrenado durante años a las secciones juveniles del Xerez. «Por mis equipos juveniles han pasado Javi y Paco Peña o Ismael Jordi. Sí, el tenor, que de jovencito jugaba al fútbol», comenta Poyato. Dicen que jugaba de central y que metía muchos goles de cabeza cuando había un córner a favor del Xerez.

Comentarista en la radio, entrenador de fútbol, gran conocedor de la ciudad, maestro de la miniatura y relojero de gran talla. Paco Poyato y su relojería que huele a reflex. Un jerezano de pro y un profesional entusiasta de sus aficiones. Era otra voz ineludible que no podía faltar en la sección.